En Chile, aproximadamente 1 millón 500 mil personas trabajan jornadas parciales. Es decir, con horas laborales reducidas que perjudican a quienes disponen del tiempo y fuerzas para hacerlo por más horas y obtener mayores ingresos. Según Fundación Sol, entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), somos uno de los países donde el subempleo pesa más. En 2017, Chile tenía a 17,4% de sus trabajadores realizando jornadas parciales, pero más de la mitad de ellos lo hacía de manera involuntaria. Cada fin de semana, el Parque de los Reyes, en Santiago, muestra esa realidad. 

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En Chile, son aproximadamente 1 millón 500 mil las personas que trabajan en jornadas parciales. Es decir, con horas laborales reducidas que perjudican a quienes disponen del tiempo y fuerzas para trabajar más horas y por lo tanto obtener mayores ingresos. Sin embargo, el mercado laboral nacional no les brinda la posibilidad, y eso los obliga a optar por jornadas reducidas de manera involuntaria o a empleos menos calificados y productivos. Así aumentan al subempleo.
En Chile, son aproximadamente 1 millón 500 mil las personas que trabajan en jornadas parciales. Es decir, con horas laborales reducidas que perjudican a quienes disponen del tiempo y fuerzas para trabajar más horas y por lo tanto obtener mayores ingresos. Sin embargo, el mercado laboral nacional no les brinda la posibilidad, y eso los obliga a optar por jornadas reducidas de manera involuntaria o a empleos menos calificados y productivos. Así aumentan al subempleo.
Según Fundación Sol, entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2017 Chile tenía un 17,4% de sus trabajadores a jornadas parciales respecto al total del empleo. Dentro de ese porcentaje, el subempleo horario tendría lugar con un 51,5%.  Es decir, más de la mitad de quienes optaron por ese trabajo, lo hicieron de manera involuntaria.
Según Fundación Sol, entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2017 Chile tenía un 17,4% de sus trabajadores a jornadas parciales respecto al total del empleo. Dentro de ese porcentaje, el subempleo horario tendría lugar con un 51,5%. Es decir, más de la mitad de quienes optaron por ese trabajo, lo hicieron de manera involuntaria.
Según Fundación Sol, entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2017 Chile tenía un 17,4% de sus trabajadores a jornadas parciales respecto al total del empleo. Dentro de ese porcentaje, el subempleo horario tendría lugar con un 51,5%.  Es decir, más de la mitad de quienes optaron por ese trabajo, lo hicieron de manera involuntaria.
Según Fundación Sol, entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2017 Chile tenía un 17,4% de sus trabajadores a jornadas parciales respecto al total del empleo. Dentro de ese porcentaje, el subempleo horario tendría lugar con un 51,5%. Es decir, más de la mitad de quienes optaron por ese trabajo, lo hicieron de manera involuntaria.
El economista de la Fundación Sol, Alexander Páez, señaló que la mitad de los trabajadores subempleados tiene un ingreso inferior a 120 mil pesos líquidos.
El economista de la Fundación Sol, Alexander Páez, señaló que la mitad de los trabajadores subempleados tiene un ingreso inferior a 120 mil pesos líquidos.
Para cubrir las horas o días que les dejan sus trabajos parciales algunos realizan distinto tipos de venta: ropa, juguetes, adornos, libros, comida y todo lo que pueda ser vendido. Las mejores instancias son los domingos, como en Parque de los Reyes,  que se extiende por  Av. Balmaceda entre las calles Nueva Andrés Bello e Independencia. Ahí, una multitud de trabajadores informales se ubican uno tras otro, de extremo a extremo, a ofrecer distintos productos.
Para cubrir las horas o días que les dejan sus trabajos parciales algunos realizan distinto tipos de venta: ropa, juguetes, adornos, libros, comida y todo lo que pueda ser vendido. Las mejores instancias son los domingos, como en Parque de los Reyes, que se extiende por Av. Balmaceda entre las calles Nueva Andrés Bello e Independencia. Ahí, una multitud de trabajadores informales se ubican uno tras otro, de extremo a extremo, a ofrecer distintos productos.
Vinilo de Ramones en venta.
Vinilo de Ramones en venta.
Raúl es padre de familia y se dedica a la música. Sabe de cultura y arte. Cuando se acercan él, Raúl cuenta la historia de los discos o los libros que tiene sobre la manta. Vende cosas que a él le gustan y cree que podrían comprar más rápido. Deben ser cosas buenas e interesantes. Vinilos de Camilo Sesto en vivo, Ramones, libros de fotografía y pintura, y afiches publicitarios de los 70. De todos ellos cuenta una historia o dato. Es según él, su forma de transmitir la cultura.
Raúl es padre de familia y se dedica a la música. Sabe de cultura y arte. Cuando se acercan él, Raúl cuenta la historia de los discos o los libros que tiene sobre la manta. Vende cosas que a él le gustan y cree que podrían comprar más rápido. Deben ser cosas buenas e interesantes. Vinilos de Camilo Sesto en vivo, Ramones, libros de fotografía y pintura, y afiches publicitarios de los 70. De todos ellos cuenta una historia o dato. Es según él, su forma de transmitir la cultura.
Raúl es padre de familia y se dedica a la música. Conoce sobre cultura y  arte en general. Cuando se acercan él les cuenta sobre la historia de los discos o de los libros que tiene sobre la manta. Vende las cosas que a él le gustan y cree que podrían comprar más rápido. Deben ser cosas buenas e interesantes. Vinilos de Camilo Sesto en vivo, Ramones, libros de fotografía y pintura, y afiches publicitarios de los 70. De todos ellos cuenta una historia o dato, es según él, su forma de transmitir la cultura.
Raúl es padre de familia y se dedica a la música. Conoce sobre cultura y arte en general. Cuando se acercan él les cuenta sobre la historia de los discos o de los libros que tiene sobre la manta. Vende las cosas que a él le gustan y cree que podrían comprar más rápido. Deben ser cosas buenas e interesantes. Vinilos de Camilo Sesto en vivo, Ramones, libros de fotografía y pintura, y afiches publicitarios de los 70. De todos ellos cuenta una historia o dato, es según él, su forma de transmitir la cultura.
Libros en venta de una estudiante universitaria.
Libros en venta de una estudiante universitaria.
No solo llegan adultos a vender sus productos. Jóvenes de entre 18 a 28 años son gran parte de los que se animan a emprender y buscar complementar los bajos sueldos. Según el estudio de la Fundación Sol, más de 1,3 millones de jóvenes de este rango etario están ocupados laboralmente, lo que representa el 16,7% a nivel nacional. Por otro lado, el 47,6% de los jóvenes que trabajan jornada parcial están subempleados, lo que equivale a más de 130 mil personas. De esa cantidad, una serie de ellos piensa en cómo invertir el tiempo y sus fuerzas productivas.
No solo llegan adultos a vender sus productos. Jóvenes de entre 18 a 28 años son gran parte de los que se animan a emprender y buscar complementar los bajos sueldos. Según el estudio de la Fundación Sol, más de 1,3 millones de jóvenes de este rango etario están ocupados laboralmente, lo que representa el 16,7% a nivel nacional. Por otro lado, el 47,6% de los jóvenes que trabajan jornada parcial están subempleados, lo que equivale a más de 130 mil personas. De esa cantidad, una serie de ellos piensa en cómo invertir el tiempo y sus fuerzas productivas.
Catalina Cifuentes (19) va en primer año de Enfermería en el Centro de Formación Técnica ENAC y decidió vender prendas suyas y de su familia por primera vez. Hortensia, su abuela, la acompaña. Cada vez que le compran, Catalina toma el dinero en su mano y se la lleva a la frente para comenzar a persignarse, lo aprendió de un joven que vendía agua; es para que le siga yendo bien. Parte de lo que recaude irá para comprar o arrendar los libros que necesita en la carrera porque algunos superan los 50 mil pesos. Antes vendía chocolates o agua en el metro, ahora quiso probar con la venta de ropa.
Catalina Cifuentes (19) va en primer año de Enfermería en el Centro de Formación Técnica ENAC y decidió vender prendas suyas y de su familia por primera vez. Hortensia, su abuela, la acompaña. Cada vez que le compran, Catalina toma el dinero en su mano y se la lleva a la frente para comenzar a persignarse, lo aprendió de un joven que vendía agua; es para que le siga yendo bien. Parte de lo que recaude irá para comprar o arrendar los libros que necesita en la carrera porque algunos superan los 50 mil pesos. Antes vendía chocolates o agua en el metro, ahora quiso probar con la venta de ropa.
Prendas colgadas de un grupo de amigas.
Prendas colgadas de un grupo de amigas.
Junior Vásquez

Estudiante de Periodismo de la Universidad de Chile