El despido masivo de docentes en el Duoc UC de Viña del Mar, causó revuelo a principios de abril. Tal agitación se centró en el sacrificio de un hombre, Mauricio del Pino, quien recibió 106 latigazos por parte de un “verdugo”: uno por cada colega desvinculado. También, por años de precariedad laboral por parte de la institución, según denuncian los afectados.

 

Mauricio del Pino camina con buen semblante por las afueras de la sede Viña del Mar del Duoc UC, donde imparte clases desde hace 18 años. Sin embargo, tal aspecto oculta un dolor intenso que ha ido disminuyendo con el paso de los días, gracias a las cremas y a los cuidados. El dolor se produjo en este mismo lugar, donde es saludado por algunos de sus alumnos.

El martes 2 de abril, Del Pino logró que la opinión pública centrara por un momento su atención en lo que está pasando en el instituto profesional. Mientras leía el código laboral, el docente y artista escénico ofreció su cuerpo a un “verdugo”, quien lo sometió a 106 latigazos a torso desnudo: uno por cada colega despedido a principios de marzo.

“Cuando Duoc echó a los 106 profesores, en venganza por presentar una demanda, esto se transformó en una situación insoportable”, cuenta Del Pino. “Y ahí dije, voy a hacer esto como la última y radical respuesta: voy a ofrecer mi cuerpo desnudo para mostrarle a esta empresa el poder que ellos han ejercido contra los demás”. Eso sí, el trasfondo es más complicado.

Cuando finalizaba el año académico 2018, un grupo de profesores de distintas sedes del Duoc UC decidieron presentar una demanda conjunta contra la casa de estudios. ¿La razón? Las constantes transgresiones laborales: año a año, firmaban un contrato a plazo fijo con la empresa. Dicho contrato solo cubría el periodo de clases, dejándolos completamente a la deriva durante las vacaciones.

“El sistema informal del Duoc permite que en diciembre los profesores ya tengan su carga de ramos para marzo. Sin embargo, en esos meses, en que recibimos correos y debemos asistir a reuniones, muchos deben pasar por penurias”, señala Del Pino, y agrega que, si bien él puede sostenerse mediante otros trabajos, “hay profesores que, año a año, deben romper la línea de crédito”.

EL CASTIGO DEL DUOC

En 2018, los profesores a plazo fijo debieron formar un sindicato paralelo, pues al ya existente solo podían ingresar los trabajadores con contrato indefinido. Según indica el Código Laboral, en su artículo 159, N°4, un contrato a plazo fijo se transforma en indefinido cuando el contrato de plazo fijo se renueva por segunda vez, cualquiera sea su fecha de término, pues la ley sólo permite renovar un contrato de plazo fijo una vez. Igualmente, se presumirá que un trabajador ha sido contratado indefinidamente cuando haya prestado servicios discontinuos para un mismo empleador en virtud de más de dos contratos a plazo, durante 12 meses o más, en un período de 15 meses. Del Pino, quien lleva 18 años en las aulas de Duoc y es el secretario del nuevo sindicato, plantea que el señalado código no rige en el centro educativo.

Su colega y presidente de la nueva agrupación, Rodolfo Torres, afirma tener constancia de que este modelo de contratación al menos lleva 26 años: es el tiempo que lleva en el plantel el más antiguo de los profesores contratados a plazo fijo. Igualmente, afirma que la desvinculación de los 106 docentes es una acción directa contra sus exigencias.

“Esto es un acto de represalia contra los profesores, por haber participado del sindicato y por reclamar sus derechos en tribunales. El director jurídico, Nicolás Cubillos, que es hermano de la ministra de Educación, dijo abiertamente que habíamos cuestionado su modelo y ellos no querían gente que los cuestionara”.

Hasta el momento, son pocas las explicaciones de la directiva de la entidad por la desvinculación masiva de marzo. Una de estas apunta a la no inscripción de los mismos profesores en el proceso de postulaciones, que se realiza anualmente, para postular a los ramos del año siguiente. Torres desmiente esta versión: “Todos los profesores desvinculados participaron del proceso de disponibilidad laboral. Muchos de ellos ya estaban en el portal, para que los alumnos pudieran tomarlos en sus ramos, pero al mantener sus demandas vigentes con la institución, simplemente los sacaron”.

Doble Espacio tomó contacto con el instituto profesional, obteniendo como respuesta un comunicado que señala: “En Duoc UC velamos por cimentar relaciones laborales sanas y constructivas. En efecto, nuestra institución se caracteriza por mantener a toda su dotación con contratos de trabajo, una práctica poco habitual en el sector. Asimismo, mantenemos una comunicación permanente con nuestros docentes y administrativos para encontrar caminos de solución y puntos de encuentro, independientemente de la contingencia que se dio en el mes de marzo. Este es un trabajo que venimos realizando hace algunos años a través de nuestro Plan de Desarrollo Institucional 2016-2020, avanzando hacia modelos que otorguen mayores garantías y sean referentes en el mundo de la educación superior”.


PRESIONES “DESDE ARRIBA”

Sentado en la Plaza Miraflores, Mauricio del Pino se da el tiempo de comentar diversas presiones por las que deben pasar los profesores del Duoc viñamarino para mantenerse en la institución. Una de ellas, está directamente relacionada con la evaluación que reciben por su trabajo.

“Duoc condiciona la efectividad del profesor con el número de estudiantes que pasan [de curso]”, afirma. “Esto lo hacen mediante el Índice de Desempeño Docente, el cual fomenta una mala práctica porque muchas veces, debido a la presión, los profesores tienen que falsear los datos de sus alumnos”. Según Del Pino, este índice se basa en la evaluación de los estudiantes, la jefatura y un profesor par que también evalúa al docente. Para él, “estas tres instancias están viciadas”.

Christopher Ahumada es profesor de Ingeniería Automotriz y lleva siete años en Duoc UC. No obstante, para 2019 no le renovaron la carga académica, aun si dice no haber firmado un finiquito, por lo que aún se encontraría vinculado a la entidad. Ahumada es, además, el “verdugo” que flageló a Del Pino el 2 de abril, y confirma el relato de este último respecto de las prácticas a las que son llevados los docentes.

“Estamos constantemente bajo presión. Si uno no le hace fácil la vida al alumno tu sueldo baja inmediatamente”, dice Ahumada. “Los profesores están obligados a pasar al alumno para poder llegar a los números que le den una buena evaluación, ya que esa buena evaluación te la recompensan con un horario digno”.

El tema de los horarios en Duoc UC, a diferencia de otras entidades educativas, está totalmente desregularizado: no hay horario protegido para almorzar y los docentes enfrentan jornadas laborales extenuantes.

Este último fue el caso de Catalina Hernández, profesora de inglés que impartió clases en las sedes de Puente Alto y Alonso de Ovalle. En el segundo semestre de 2018, recibió una carga horaria que incluía casi cinco horas de clases continuas, con un minuto de diferencia entre un módulo y el siguiente. Fue desvinculada el 4 de marzo, para sorpresa de los alumnos que la escogieron en su carga horaria.

“Varios alumnos me han contactado por redes sociales, porque como yo estaba disponible en la toma de ramos, ellos tomaron ramos conmigo, entonces llegaron el primer día de marzo y yo no estaba en la sala”, cuenta Hernández. “Ellos se enteraron apenas entraron a clases”.

La profesora despedida cuenta también que las profesoras son presionadas de otras maneras para obtener mejores condiciones laborales: “La única forma de que te contraten es que te embaraces, y te lo dicen abiertamente, lo cual le quita la oportunidad a nuestros compañeros hombres y a quienes no queremos tener un embarazo. Todos los profesores lo saben y lo dicen. ‘¿Quieres que te contraten? Embarázate, es tu única posibilidad’. A la dirección se le ha informado, y ellos lo niegan”.

Mauricio del Pino, a lo largo de las casi dos décadas que lleva en Duoc, ha sido testigo y también víctima de la precariedad laboral. Incluso hoy, luego de formar parte del sindicato, asegura haber sido “castigado” con una reducción de su sueldo y con una notable reducción de cursos.

Al pasar por fuera de la sede de Álvarez 2336, le duele ver que todo siga igual, más allá de esa intervención en que su dolor y el de sus colegas quedó expuesto en frente de todos. Aun así, mantiene las esperanzas: “Me siento siempre muy mal y con mucha impotencia, pero no me desespero. Si bien aún podemos ver todos los días una aparente calma, los profesores y estudiantes andan en un modo silencioso. Pero, cuidado, las apariencias engañan: los profesores siempre están conversando en los pasillos”.

Actualmente, las demandas contra la institución se encuentran en pleno proceso judicial. Desde el sindicato presidido por Rodolfo Torres pretenden llegar hasta las últimas consecuencias. Por de pronto, enviaron una carta al Papa, para que, al igual que los alumnos de Mauricio del Pino, sea testigo del dolor docente en el Duoc UC.

Ricardo Verdugo

Estudiante de Periodismo de la Universidad de Chile.