Las polémicas declaraciones de la candidata de Unión Demócrata Independiente (UDI) sobre el golpe de Estado de 1973 marcaron una Semana Santa de tensión política. Sin preverlo, la candidata de Chile Vamos entró a uno de los momentos más complejos de su campaña presidencial, con cuestionamientos sobre su vínculo con la dictadura y los posibles efectos de sus dichos en la carrera hacia La Moneda. Aquí su Vía Crucis y las opiniones del politólogo Cristóbal Bellolio y el periodista Mauricio Weibel sobre lo ocurrido.
La semana pasada, Evelyn Matthei protagonizó una gran controversia en el Gobierno, dentro de los distintos partidos políticos de su coalición y la sociedad civil. Sus declaraciones sobre el golpe de Estado en Chile, emitidas durante una entrevista con Sergio “Checho” Hirane en el programa Conectados de Radio Agricultura, fueron foco de una ola de críticas, luego de referirse al quiebre de la democracia en 1973 como un hecho “necesario” y señalar que “era bien inevitable que hubiese muertos” en los primeros años de dictadura.
El Presidente Gabriel Boric no fue indiferente a estas declaraciones: “El golpe de Estado en Chile no es justificable. La Dictadura fue criminal e ilegítima desde 11 de septiembre de 1973 hasta el 11/03/1990. Nada justifica los asesinatos, los desaparecidos, las torturas, el exilio. Ni el 73, 74, 83, 85, o el año que sea. Democracia siempre”, señaló el mandatario en su cuenta de X.
Sin embargo, lejos de retractarse, a pesar de las diversas condenas a sus declaraciones, Evelyn Matthei realizó un video con un comunicado que acusaba a la izquierda de una “distorsión grosera”. Manteniendo su postura sin distanciarse del golpe de Estado. Después de tales dichos, la gestión comunicacional de la candidata no quedó exenta de críticas, lo que abrió paso a un análisis sobre cómo este hecho pueda afectar su campaña presidencial.
Estaciones Vía Crucis presidencial
Durante los días de conmemoración de la Semana Santa, Evelyn Matthei realizó una serie de declaraciones por medio de sus redes sociales, como una suerte de analogía al “Vía Crucis” que debió pasar para matizar sus dichos sobre el golpe y la dictadura.
La primera estación del Vía Crucis ocurrió el jueves 17. “Presidente Boric, abusa de su autoridad y rebaja la estatura del cargo al atacarme en redes sociales. Ojalá respondiera con la misma celeridad por la ola de inseguridad, la violencia, la inmigración ilegal y la paupérrima economía que asfixia a los chilenos. Necesitamos un jefe de Estado, no un activista digital”, declaró la candidata en respuesta al repost del Presidente en sus historias de Instagram, donde compartió un extracto de una entrevista realizada en 1999. En ella, Matthei, al ser consultada sobre si se debían aceptar los asesinatos ocurridos en los primeros años de la dictadura, respondió: “Sí, lo acepto”.
Segunda estación. Viernes 18. La candidata tornó su discurso de forma totalmente contraria a lo que había dejado entrever en sus declaraciones los días anteriores. “Nos estamos perdiendo en la pelea, en la gritería, en el todo vale. La política se volvió un ring y Chile, un país agotado. Pero gobernar no es pelear todo el día. Gobernar es cuidar, cuidar el tiempo de las personas, preocuparse de los que madrugan, la tranquilidad de una madre al cerrar la puerta de su casa. Este fin de semana santo, quiero invitarte a parar, a bajar el volumen, a mirar hacia adentro, a hablar de lo que de verdad importa: cómo volvemos a confiar, cómo volvemos a caminar sin miedo, cómo volvemos a ser un país unido. Porque si todo es pelea, nadie gobierna. Y Chile necesita gobernar de nuevo y en serio”, expresó la candidata de Chile Vamos en un nuevo video publicado en Instagram, en que se destacaban imágenes alusivas a la unión familiar y a la cohesión del país.
Tercera Estación. Sábado 19. Matthei optó por una publicación de carácter más lúdico. “¿Cuántos más fanáticos de Los Simpson?”, preguntó a sus seguidores en Instagram, junto a una descripción que acompañaba imágenes de ella animada como personaje de la serie, creadas con Inteligencia Artificial. Sin embargo, ese mismo día, por medio de su cuenta de X aceptó la invitación del arzobispo Chomalí para reunirse con la Iglesia por un diálogo sobre seguridad, justicia y el rol de las policías en Chile.
El Domingo de Resurrección. Última estación. La candidata se sumó a la celebración con la visita del Conejo de Pascua junto a su perro Pixie, según publicó en Instagram con una foto junto a su mascota, junto con advertir -en la descripción- que el chocolate es un peligro para los animales. Durante esa misma jornada, a través de su cuenta de X, condenó el ataque incendiario que afectó a la central hidroeléctrica en construcción de Rucalhue, en la región del Biobío. “Lo hemos dicho y lo repetiremos, sin una política firme, sin las fuerzas de todo el Estado, no podremos recuperar el control territorial. Cero terrorismo. Cero impunidad”, señaló la candidata.
Relación con la dictadura militar
Evelyn Rose Matthei Fornet es hija de Fernando Matthei Aubel, un exmilitar chileno de ascendencia alemana y quien fue un activo miembro de la Junta Militar. Durante el régimen de Augusto Pinochet, el general Matthei se desempeñó como ministro de Salud entre 1976 y 1978. Posteriormente, fue designado como comandante en jefe de la Fuerza Aérea (FACh) hasta 1991.
El fallecido exjefe de la FACh, durante una entrevista realizada por CNN en el año 2012, reafirmó que “sí sabía que se violaron derechos humanos”. De acuerdo con datos entregados en el informe de la Comisión Valech II, en Chile más de 3.000 personas fueron asesinadas o hechas desaparecer, desde 1973 hasta 1990, sin contar a los perseguidos, torturados y exiliados.
Hoy, Evelyn Matthei aspira a ser presidenta de la República. Y fue en una entrevista en Radio Agricultura el pasado miércoles que dejó entrever su verdadera postura: pasó del “nunca he sido pinochetista” a justificar la acción militar. Consultada por “Checho” Hirane sobre un presunto distanciamiento con la dictadura, Matthei refutó tajante: el golpe militar “era necesario, o sea si no, nos íbamos derechito a Cuba”.
Además, argumentó que “probablemente al principio, 73 y 74, era bien inevitable que hubiese muertos, si estábamos en una guerra civil. Pero cuando en el 78 y en el 82 siguen ocurriendo, ahí ya no, porque había un control del territorio y ahí siento que hubo gente que le hizo mucho daño”.
No obstante hay otro aspecto en su trayectoria que ha sido cuestionado, en 2005 fueron incautadas 45 mil fichas escondidas en el predio alemán Colonia Dignidad, utilizado como centro clandestino de detención, tortura y asesinato durante la dictadura militar de Augusto Pinochet. Estos documentos señalaron a Evelyn Matthei como una de las políticas de derecha que fueron fichadas por Paul Schäfer. Según señaló el diario electrónico El Mostrador, el líder de la secta mandó a construir ficheros completos con información de algunos adherentes a la dictadura y de sus enemigos de izquierda.
Respecto a las declaraciones de Matthei sobre lo “necesario” del golpe militar, Mauricio Weibel, periodista de investigación e hijo de José Weibel —víctima de detención y desaparición forzada en 1976—, señala que “lo que sucedió en Chile, y en toda América latina en las décadas de 1970 y 1980, fue la aplicación de prácticas sociales genocidas. Es decir, una tecnología de poder cuyo sentido fue eliminar a un sector político, para facilitar la transformación de un país, en beneficio de un sector económico”.
Al ser consultado sobre si las muertes fueron realmente inevitables -como afirmó la candidata en Radio Agricultura-, Weibel responde: “El concepto de violación a los derechos humanos corresponde a acciones sistemáticas, planificadas y masivas contra la dignidad de las personas. No estamos hablando de accidentes, sino de la acción mancomunada del Estado o de agentes de éste, cuya consecuencia es la aplicación de tratos crueles, inhumanos y degradantes contra hombres y mujeres, incluyendo su eliminación física. Fueron actos, procesos y planificaciones cometidas por el Estado, con recursos públicos”.
Además, destacó un principio fundamental que —según él— debe ser compartido por quienes participan en política, especialmente camino a La Moneda. “Es importante que existan consensos civilizatorios mínimos. Uno de ellos es la defensa de la democracia y el respeto irrestricto a los derechos humanos”, concluye.
Al cierre de esta edición, las declaraciones de la candidata UDI han sido censuradas por Radio Agricultura en su plataforma de YouTube.
¿Una candidatura perjudicada?
De acuerdo con la encuesta Cadem publicada el 20 de abril, Evelyn Matthei retrocedió tres puntos (hasta 17%) en intención de voto espontánea, muy lejos del 26% alcanzado el pasado diciembre. A pesar de ello, pasaría a segunda vuelta en todos los escenarios posibles.
El abogado y politólogo Cristóbal Bellolio explica que los dichos de la candidata de Chile Vamos representan un retroceso respecto al consenso alcanzado en la derecha liberal durante el gobierno del expresidente Sebastián Piñera, quien recibió la conmemoración de los 40 años del golpe de Estado. En esa época, la derecha, además de considerar que las violaciones a los Derechos Humanos son inaceptables, “dio un paso más allá, al reconocer que los golpes de Estado nunca son la forma de resolver conflictos políticos en democracia”, explica Bellolio.
“Lo que hace Evelyn Matthei al decir que el golpe de Estado era inevitable, y por lo tanto las muertes que le siguieron, es retroceder respecto del estándar Piñera. Eso es complicado porque ella supuestamente es la heredera de ese piñerismo, entonces retrocede respecto de una convención civilizatoria que supuestamente tendría la centroderecha y eso la deja en una posición compleja para reclamar su legado”, agrega el académico de la Universidad Adolfo Ibañez.
Sin embargo, el lunes posterior a la Semana Santa, Evelyn Matthei confirmó que la coalición de Chile Vamos no hará uso de las primarias y llegará directamente a primera vuelta en las elecciones presidenciales de noviembre.