Equipos como Tacones Bandidos de Viña del Mar, Metropolitan Roller Derby, Liga Rolita y Liga de Roller Derby de Valparaíso, luchan por visibilizar y gestionar este deporte, mientras sus jugadoras se preparan para el Mundial de Austria 2025.
Llegó a Chile en 2011 y desde entonces el Roller Derby se ha popularizado conforme al paso del tiempo -—principalmente en jóvenes—, donde se crea una comunidad vibrante que lo práctica. Así es como tiene cerca de una docena de equipos en el país, uno de ellos es Tacones Bandidos, equipo de Viña del Mar con quienes Doble Espacio pudo conversar.
¿Qué es el Roller Derby?
El origen de este deporte proviene de una antigua performance de circo con raíces en Estados Unidos cerca de los años 70. “Era como un espectáculo de circo”, explica Fernanda Órdenes, la actual capitana de Tacones Bandidos: “Se jugaba en pistas ovaladas, inclinadas con barreras. Los patinadores salían volando hacia el público, se empujaban, hacían zancadillas y el público se reía”, añade la lideresa. Desde entonces, la disciplina comenzó a evolucionar hacia la forma competitiva y reglamentada que conocemos hoy, que combina estrategia y velocidad para así promover el empoderamiento femenino.
Este deporte de contacto se juega sobre patines de cuatro ruedas y protecciones de alta calidad para las rodillas, codos y cabeza. Consiste en que dos equipos compiten en una pista ovalada, cuyo objetivo es que la “Jammer” (una jugadora designada) logre pasar a través de las jugadoras contrarias para anotar puntos. Esta dinámica, con ayuda de las demás jugadoras, o también denominadas “las blocker”, evita, mediante empujones y otros movimientos, que las jugadoras del otro equipo obtengan puntos.
El panorama en Chile
El deporte llegó a territorio nacional alrededor de 2011, y desde entonces ha crecido de forma significativa. Equipos como Tacones Bandidos, formado en 2012 en la región de Valparaíso, ejemplifican este crecimiento. Actualmente este equipo cuenta con cerca de 30 jugadoras provenientes principalmente de Viña del Mar, pero también de otras regiones, como por ejemplo Osorno.
La estructura de Tacones Bandidos se compone en varios niveles, desde el equipo principal A (“All Stars”, o también conocido como Escándalo), hasta equipos formativos como Base, “las Betis” y “Cecilias”.
María José Veas, cuyo Derby name (nombre que se dan las jugadoras en los equipos para caracterizarse) es “Cotorra”, en conjunto con Antonia de Almendra, forman parte de estas otras divisiones de Tacones Bandidos.
Las jugadoras comenzaron a entrenar juntas en 2022 y, luego de probar, decidieron quedarse en el equipo: “Es súper apasionante, porque es poder femenino que te atrapa y te abraza”, describe Antonia. “Te cuesta alejarte de eso. Se siente esa garra femenina, ese poder de ver a mujeres pegándose, pero en buena onda”, añade la jugadora de Derby.
En el último año el equipo ha participado de varias competencias en ciudades como Temuco y Santiago, además de los torneos realizados en su ciudad de origen. Esto, después del crecimiento de la actividad en el deporte nacional.
Una de las jugadoras más antiguas del equipo -y quién reclutó a María José y Antonia-, es Javiera Valdés o “Pety”, apodo que convirtió en su Derby name. “Trabajábamos juntas en un café y les enseñé a patinar en la calle. Luego la llevé a Tacones Bandidos”, comenta Valdés.
Dada su larga experiencia, Pety ha conocido todo lo que involucra este deporte, como, por ejemplo, la realidad de las lesiones que se llegan a provocar en él. “Me quebré el tobillo, el antebrazo y tengo una plaquita metálica. He tenido quince ojos morados, los labios rotos… Pero todo es parte del deporte”, cuenta la jugadora, sin embargo, el amor por el patín es más fuerte. “Uno viene cuando el kinesiólogo altiro te da permiso de patinar”, añade Javiera.
Desafíos de un deporte autogestionado
Siendo el segundo equipo en formarse en Chile de Roller Derby, no está exento de las dificultades y desafíos que conlleva realizar un deporte en Chile. “Hemos tenido que descartar participaciones por falta de recursos”, explica Fernanda Órdenes. “Las protecciones no son baratas, necesitamos usar protecciones de alto impacto. A veces se rompe el equipo a última hora o no todas las jugadoras tienen dinero para los pasajes”, asegura.
Pese a todas esas dificultades, el equipo se mantiene al igual que todos con la autogestión, y así han podido consolidar su trayectoria. Incluso hacen bingos, rifas y actividades deportivas, “pero aún así, los recursos siempre son una limitante”, lamenta Órdenes. Con todos esos esfuerzos han logrado grandes objetivos, tales como competir en Mendoza, Argentina, Perú y en diferentes regiones de Chile. Tacones incluso fue a Colombia a competir en Bogotá.
Futuro del equipo y del Roller Derby en Chile
Actualmente el Roller Derby en nuestro país está dando pasos importantes hacia la escena internacional. Actualmente ocho patinadoras de Tacones Bandidos, entre ellas Javiera y Fernanda, se encuentran postulando para formar parte del equipo que está formando Team Chile para participar en el mundial de Roller Derby de Austria 2025. Este proceso congrega a más de 70 postulantes, de las cuales solo 20 serán las elegidas.
El objetivo de las jugadoras es claro: hacer crecer el deporte y obtener reconocimiento oficial. “Estamos tratando de que el Roller Derby sea reconocido como deporte porque ahora se reconoce solamente como recreacional”, explica la jugadora Javiera Valdés.
Sin duda la participación en el Mundial de Austria 2025 es vista como la mejor oportunidad para ganar visibilidad. En palabras de la capitana Fernanda Órdenes: “La idea es que se conozca más, que llegue más gente, más patinadoras, que más gente quiera apoyar el deporte”.
Y así, con la mirada puesta en el Mundial de 2025, el Roller Derby chileno rueda hacia un futuro prometedor.
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