A raíz del caso de malversación de fondos y lavado de dinero que enfrentan José Luis Yáñez, exalcalde de Algarrobo, y su pareja, Belén Carrasco, habitantes e integrantes del concejo municipal han denunciado una disminución en la entrega de beneficios sociales: reducción de “vales” de gas, de ayudas alimentarias, camiones aljibes y cancelación de talleres socioculturales, además de despidos y una mayor precariedad laboral en los nuevos contratos. La acusación contra los involucrados supera los mil millones de pesos malversados, además de un desorden financiero que aún no se aclara.
Reportaje de la serie “Pueblo chico, infierno grande: el impacto social de la corrupción municipal”.
El litoral central, ubicado en las costas de la Región de Valparaíso, históricamente ha constituido un espacio de veraneo para los chilenos. Dentro de sus localidades, producto de su cercanía a la capital, la comuna de Algarrobo durante varios años gozó del turismo santiaguino, especialmente de los sectores más acomodados de la capital, quienes veían al balneario como la “Vitacura” de esta parte del país. No obstante, este lugar no sólo llama la atención por las memorables vacaciones y los días de arena, sol y mar. Detrás de las sonrisas del turismo aparecen hoy las consecuencias del caso de corrupción que golpeó al municipio, y que ha terminado por afectar la calidad de vida de quienes habitan en la comuna.
Un desfalco por más de mil millones de pesos, denunciado en noviembre de 2023, tiene como protagonista al exalcalde de Algarrobo, José Luis Yáñez Maldonado (ex UDI), quien habría extraído la millonaria cifra desde las arcas municipales en un plan orquestado justo a su pareja y también exfuncionaria del municipio, Belén Carrasco Serrano. Ambos están formalizados por los delitos de malversación de fondos públicos y lavado de activos. Mientras la investigación del caso sigue en curso, la población algarrobina ha comenzado a sufrir los coletazos del desfalco, que se han traducido en recortes a los beneficios entregados por el municipio.
Los recortes
María José Alarcón (32) lleva años viviendo en Algarrobo. Como muchos de los habitantes, este año volvió a postular a los subsidios que otorgaba la municipalidad para obtener un descuento en la compra de gas. Los famosos “vales” que varias municipalidades han entregado anualmente a los pobladores. La costumbre es que estos fueran tres, pero este año se redujo.
–Al intentar renovar el beneficio, la Dideco (Dirección de Desarrollo Comunitario) me dijo que solo nos pueden dar un vale, y que están evaluando la posibilidad de entregar un segundo–, dice Alarcón a Doble Espacio, quien agrega que desde el departamento municipal le comentaron que veían muy difícil entregar otro ticket.
Ante el comentario, Alarcón dice que solo se echó a reír, pues entrevió que esto se debía al millonario desfalco, que a esa altura ya era historia conocida entre los habitantes de Algarrobo. Luego, desde Dideco le dijeron que volviera en tres meses más para ver la posibilidad de optar a un segundo cilindro de gas. Un “por si acaso” que aumentó la incertidumbre.
Según Alarcón, hasta el día de hoy, la Municipalidad de Algarrobo no ha emitido un comunicado oficial que se refiera a los recortes de beneficios municipales. Sin embargo, el problema comenzó a manifestarse en otras actividades, como las culturales y deportivas.
–Hace un tiempo estuve yendo a clases de Chi kung, y la profesora, mediante el grupo de Whatsapp que tenemos, nos dijo que esos talleres tampoco se renovaron–, comenta Alarcón.
Desde la municipalidad, la concejala y candidata a la alcaldía de Algarrobo, Marcela Mansilla (IND), asegura que los recortes presupuestarios y el desorden financiero que dejó el exalcalde han afectado muchas otras áreas del quehacer municipal.
–El tema de las platas afectó a los talleres, a la estabilidad laboral, porque hoy en día se contrata a las personas durante tres meses y no por un año, como antes; [también afectó] al departamento de Salud, lo que provocó que tuviera que despedirse a mucha gente–, dice Mansilla a Doble Espacio, quien agrega que incluso beneficios como cajas de mercaderías, camiones aljibes y los vales de gas se han reducido respecto a lo que se entregaba en años anteriores.
Las actividades culturales de la comuna también se vieron afectadas producto de los recortes de dinero, como el caso de la Big Band Algarrobo. Según Mansilla, el histórico proyecto musical, que desde 2010 transmite la identidad local por medio del jazz, constantemente se encuentra corriendo peligro ante la falta de contratos seguros al personal docente que lo sostiene, situación que la concejala adjudica a la falta de recursos para actividades públicas gestionadas desde la municipalidad.
Desorden financiero
Para la concejala y candidata, Marcela Mansilla, quien también es querellante en la causa contra el exalcalde, el problema no recae meramente en los mil millones robados, sino que evidencia una situación mayor: los acusados no solo se fueron con millones de pesos en sus cuentas bancarias, sino que dejaron un desorden administrativo generalizado y la falsa idea de que existía una buena situación económica en la comuna. Platas que, según Mansilla, eran ficticias.
–Las platas que se suponía que habían en el municipio, en realidad no existían–, dice Mansilla. Según ella, antes de que el caso de José Luis Yáñez y Belén Carrasco estallara, la realidad dentro del municipio y la comuna era distinta, ya que existía la percepción de que había disponibilidad de recursos para efectuar diversas cosas. Se financiaron fiestas comunales, como las famosas “chayas”. También talleres culturales, artísticos y deportivos, creaciones y mejoras de parques, y distintos beneficios para la comunidad. Sin embargo, aquello se pagó sin que existiera una alerta respecto a cuántos recursos quedaban realmente.
–Cuando Yáñez salió del municipio, nos dimos cuenta de que no teníamos dinero en la cuenta corriente, porque todos los recursos estaban gastados–, asegura Mansilla.
La concejala apunta a que esto se debió a un desorden al interior del municipio que se gestó desde la Dirección de Administración y Finanzas. Mansilla enumera algunos ejemplos de ese desorden: funcionarios que eran trasladados de un lado a otro sin control, muchas contrataciones que se hicieron por trato directo en lugar de licitaciones públicas, e incluso programas que recibían dinero a pesar de que aún no era posible ejecutarlos. Según la candidata a la alcaldía, este desorden administrativo y financiero habría sido orquestado por el exalcalde para evitar que se dudara de su administración, y para que no quedara expuesto el hoyo que de a poco iba dejando.
–Las más de mil millones de pesos que el alcalde sustrajo de la cuenta corriente, son dineros que fueron robados en un continuo proceso mensual de un año y medio aproximadamente. Eran dinero que, claro, estaban ahí, pero finalmente el alcalde iba robando todos los meses–, dice Mansilla, quien agrega que los funcionarios municipales cayeron en una “mentira financiera” en la que todos, incluida ella, terminaron creyendo.
–Había una mentira de poder adquisitivo. Decíamos tener plata que no teníamos. Plata que era fabricada y sacada de cualquier lugar, pero que estaba llevando de a poco a la municipalidad al cero absoluto. Hubo mucha chaya y una linda plaza de 90 millones, pero hoy tenemos problemas de deuda con esas cosas– comenta Mansilla.
Los hechos que se investigan
En noviembre de 2023, quien fuera el entonces alcalde de Algarrobo, el ingeniero comercial José Luis Yáñez Maldonado (ex UDI), fue detenido al ser relacionado con un millonario desfalco de recursos municipales. El acontecimiento ocurrió luego de que Belén Carrasco Serrano, su pareja y quien desempeñaba un cargo ficticio de tesorera municipal, desviara una suma superior a los $1.069 millones de pesos a cuentas de familiares y conocidos de ambos.
Para efectuar los robos, Yáñez y Carrasco contactaron a personas conocidas y externas al municipio, para que facilitaran sus cuentas corrientes con el objetivo de recibir los fondos municipales. Esto, para luego repartirse los dineros de acuerdo a los porcentajes acordados.
Según la actual investigación y los datos publicados por el Poder Judicial, la Fiscalía apunta a que con los montos sustraídos Yáñez compró más de cuatro millones de pesos en criptomonedas. Sumado a eso, en 2023 adquirió cuatro propiedades en el condado de Naples, estado de Florida, en Estados Unidos, e invirtió en predios de terceros a fin de lavar los activos robados.
A día de hoy, la causa –que se encuentra bajo reserva– está alojada en el Juzgado de Garantía de San Antonio. Belén Carrasco se encuentra cumpliendo con arresto domiciliario total mientras dure la investigación, medida cautelar que, según un reportaje de Chilevisión, estaría cumpliendo en una casa que habría construido con los dineros malversados. En el caso del exalcalde, la justicia dictaminó que debe permanecer en prisión preventiva. A pesar de haber presentado en diversas ocasiones recursos de amparo para revocar la medida, José Luis Yáñez lleva nueve meses privado de libertad.
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