Tras dos años de virtualidad por la pandemia, esta escuela de formación ofrece seis sesiones de manera gratuita para transmitir a las nuevas generaciones “el estilo de servicio público, las ideas y principios” que caracterizaban al senador. Son “fundamentos teóricos y prácticos que contribuyen eficazmente al bien común nacional”, afirman sus creadores.
En la calle Capullo 240 de la comuna de Providencia, se levanta una casa blanca que alberga desde 1991 a la Fundación Jaime Guzmán (FJG). Solo meses después del asesinato del líder gremialista, a las afueras del Campus Oriente de la Pontificia Universidad Católica (PUC), la organización surgió “con el objetivo de que el ideario del exsenador formara e inspirara a las futuras generaciones”, según señala su página web.
Quince años después, “fieles a la preocupación que Jaime Guzmán siempre tuvo por los jóvenes” según explicita la fundación, se creó el que es considerado su “curso insignia”: el Bachillerato en Servicio Público (BSP).
Es así como el BSP, orientado a la formación doctrinaria en el gremialismo, se fundó en 2006 con el objetivo de brindar la mayor cantidad de herramientas para la generación de políticas públicas para capacitar y formar “a quienes se sintieran atraídos por la idea de servir a Chile”, según detalla la FJG.
Claudio Arqueros, director de formación de la fundación y militante UDI, explica que el objetivo del programa es transmitir a las nuevas generaciones el ideario de Jaime Guzmán y su pasión por el servicio público, para que así “puedan contribuir eficazmente al bien común nacional, ya sea en su dimensión gremial o política”.
Aunque inicialmente solo se realizaba en Santiago, en 2011 se inauguró una nueva versión del programa con sede en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y al año siguiente debutó en Concepción, mientras que en 2014 comenzó a realizarse de manera online a través de la plataforma Classroom TV. Cada una de estas versiones contaba con mallas curriculares y expositores independientes entre sí.
A partir de la pandemia, estos programas se unificaron para realizarse de manera exclusivamente virtual en 2020 y 2021. En mayo de 2022 se retomó en dos semestres el curso presencial en Santiago de manera independiente a su versión online, que comenzó en agosto, hasta que en 2023 se creó la versión híbrida que se mantiene hasta hoy.
La edición 2024 del bachillerato se realizará entre el 24 de abril y el 5 de junio y cuenta con cátedras a impartir que incluyen las de “Amenazas a la dignidad humana”, “Matrimonio y familia: desafíos del siglo XXI”, “Concepción de los Derechos Humanos” y “Cultura de la cancelación y libertad de expresión”.
Algunos expositores de este año son los ex comisionados expertos Carlos Frontaura y Natalia González, en cupos del Partido Republicano y la UDI, respectivamente; la ex convencional constituyente Constanza Hube; el ex presidente de Amarillos por Chile Sergio Micco y el ex ministro de Educación Raúl Figueroa.
En conversación con Doble Espacio, Katerine Montealegre, presidenta de la Juventud UDI, partido fundado por el exsenador Jaime Guzmán, señala que es importante disputar los espacios universitarios donde, en general, predominan otros grupos políticos: “La izquierda, al creer en la instrumentalización de los cuerpos intermedios, tiene una formación más activa en ideas y participa activamente en la dirigencia política”.
Para participar en el BSP es necesario tener menos de 27 años y cursar cuarto medio o la educación superior. Según la propia FJG, el objetivo de la escuela de formación reside en “formar jóvenes, bajo una inspiración cristiana de la sociedad fundada en la finalidad trascendente del ser humano, para transformar Chile según los principios de una sociedad libre, justa y responsable”.
Es en esta línea que, en cada sesión inaugural del Bachillerato en Servicio Público, se entrega a los participantes una edición del Manual de Formación de la Fundación Jaime Guzmán. Según su versión 2024, los gremialistas abogan por los principios de autonomía y subsidiariedad del Estado en la sociedad, el rol fundamental de los cuerpos intermedios (gremios y otras organizaciones que median entre las familias y el Estado), defienden el libre mercado y creen que sus fallas “deben ser corregidas por el Estado”, y respaldan al matrimonio como una institución conformada por “la unión estable entre un hombre y una mujer”, definida por la “heterosexualidad y monogamia”.
Vínculos con otras organizaciones
A pesar de que la propia Montealegre categoriza a su partido y a la FJG como entidades diferentes, explica que “hay un nexo común y natural” entre ellas “por un tema de principios”.
“Todo miembro de la UDI es gremialista, pero no todo gremialista es de la UDI. El rol de la fundación es dar a conocer el pensamiento y obra de Jaime Guzmán y también formar a jóvenes en función de la doctrina gremialista y que puedan aportar a Chile a través de políticas públicas”, señala la dirigente.
En esa misma línea, una gran cantidad de los casi 70 participantes de esta edición del bachillerato llegaron a la instancia gracias a la difusión por redes sociales de las Nuevas Generaciones UDI y del Movimiento Gremial de la Universidad Católica: colectividad que evitó responder nuestras preguntas sobre su relación con la Fundación Jaime Guzmán.
A pesar del crecimiento del bachillerato, que en 2022 no alcanzaba las cincuenta personas, existe en sus organizadores una desconfianza hacia el resto. Al momento de solicitar una entrevista para este reportaje, el director de formación de la FJG, Claudio Arqueros, aceptó de manera dubitativa responder nuestras preguntas, para luego evitar dar cualquier declaración al respecto.
De todas maneras, no es secreta la influencia que la Fundación Jaime Guzmán busca tener en el debate político: desde 2019 recibe más de dos millones de pesos mensuales de parte de la Asociación de Isapres por el boletín informativo “Alerta Legislativa Premium” y en 2022 recibió 78 millones (un 40% del gasto total de la Cámara Baja en este ítem) por asesorías a la bancada de diputados de la UDI.
Pese a su presunta independencia, es así como la FJG pretende ser partícipe de la formación doctrinaria de las nuevas generaciones universitarias, un sector históricamente dominado por la izquierda. Es desde este tipo de instancias que, para Katerine Montealegre, quien fue alumna del bachillerato y posteriormente convencional constituyente, se debe comenzar a dar la batalla cultural.