La última producción del director argentino Rodrigo Moreno, ovacionada en Cannes y candidata a la preselección de los Oscar, es una película que fuera de convencionalidades intenta replantear el concepto de la libertad y el crimen.


Argentina ha sido el país desde donde han salido grandes y memorables producciones del cine latinoamericano. Con producciones como La historia oficial (Luis Pizarro, 1985), El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009) o la celebrada Argentina 1985 (Santiago Mitre, 2022), la nación trasandina destaca por la forma en cómo se cuentan sus historias y la originalidad de un estilo que trasciende a sus realizadores.

Esto, aunque uno de los grandes estrenos argentinos no ha sido difundido y discutido lo suficiente, tanto en cines internacionales como chilenos. Los delincuentes (2023), de Rodrigo Moreno, es una producción que está dividida en historias separadas, pero que son unidas por el accionar de sus protagonistas. A través de la historia se vislumbra la búsqueda de una salida a un sistema que hace monótona las vidas de miles de personas.

                                     “Adónde está la libertad

                                      No dejo nunca de pensar

                                      Quizás la tengan en algún lugar

                                      Que tendremos que alcanzar”

 La canción realizada por el grupo argentino Pappo’s Blues, que también fue escogida para los créditos de la producción, refleja lo que intenta transmitir esta película argentina ovacionada en el Festival de Cannes en 2023, y nominada en la categoría Un certain regarde (Una cierta mirada). La comedia dramática trasandina, también exhibida en los festivales de cine de Rotterdam, Toronto y San Sebastián, es uno de los nuevos estrenos de la plataforma Mubi.

Dirigida por el cineasta argentino Rodrigo Moreno, Los delincuentes presenta la historia de Morán (Daniel Elías), tesorero de un banco bonaerense que planifica un robo de dinero con el fin de no seguir trabajando, además de escapar de una vida rutinaria y repetitiva. Para ello, recurre a Román (Esteban Bigliardi), su compañero, quién debe de esconder la suma de más de $650.000 dólares que le entrega en un bolso.

Si bien, la trama puede parecer propia de una película convencional de atracos, en el trasfondo del guión se presenta las ansias de libertad por parte de personajes que se sienten atrapados en una realidad que detestan. El robo es una acción que gatilla un camino distinto que Morán y Román deben de tomar para evadir la realidad propia de la burocracia y el sistema financiero de Buenos Aires.

La película estuvo entre las posibles seleccionadas por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas para el certamen de los Oscar en febrero de 2024, aunque no logró quedar seleccionada para la selección final. Pero, de todos modos, es un filme que tiene méritos para ser vista, sobre todo si se tiene en cuenta la relevancia dentro delm ,lkñz-

En Los delincuentes, Chile es personificado en Ramón (Javier Zoro): cineasta viñamarino que intenta terminar un documental sobre jardines. Se hace llamar así mismo “videasta”, y acompañado de Norma (Margarita Molfino) y Morna (Cecilia Rainero) se dedica a grabar escenas cinematográficas en Alpa Corral: una localidad de Córdoba, Argentina. Podría decirse también que este grupo de personajes se diferencia de los dos protagonistas como dos polos opuestos: la libertad y el sometimiento.

Desde un apartado estético, se destaca un especial cuidado de la fotografía que refleja el ambiente de un Buenos Aires ajetreado y cargado por el ritmo de una ciudad que nunca descansa. Aunque esto se contrapone a la segunda parte de la producción, que refleja la tranquilidad y quietud de una Córdoba rural, con paisajes colmados de atardeceres, ríos y montañas. Las primeras escenas tienen especial atención a las luces y colores de espacios cerrados. Además, el largometraje en su totalidad está en un formato cuadriculado de 3:2 que también es usado como una estrategia narrativa.

Además, el soundtrack de la película está acompañado de piezas de Astor Piazzola que componen la secuencia inicial de la película y escenas donde los protagonistas viajan a Alpa Corral. La elección, tanto de óperas argentinas clásicas como las canciones de Pappo’s Blues logran armar un relato sofisticado y, a la vez, emocionante.

Con 180 minutos de duración, Los delincuentes es una película memorable, sin olvidar que tiene tintes de experimentalidad, a la vez que está ubicada dentro de la vanguardia de la producción cinematográfica trasandina actual. Desde la tranquilidad de sus imágenes, la vitalidad de su sonido y lo estimulante de su relato, el último filme de Rodrigo Moreno merece una mayor visibilidad que puede darse de forma oportuna entre el público chileno y argentino.