En conversación con Doble Espacio, la también fundadora de la toma ubicada en la comuna de Cerro Navia profundizó sobre las condiciones de vida al interior del predio donde viven cerca de 200 familias y, además, habló sobre el impacto que la Ley de Usurpaciones podría tener sobre éstas.


El 17 de mayo de 2019, el predio “La Engordita” fue apropiado por decenas de familias que habían postulado a subsidios en búsqueda de soluciones habitacionales. Sin embargo, desde el Estado no hubo respuesta y hoy, cuatro años después, la Toma de la Región Metropolitana —una de las 1.290 que Techo para Chile identificó durante este año— está registrada en el Catastro Nacional de Campamentos, cuenta con servicios básicos y con una comunidad organizada en torno al orden público y bienestar de las aproximadamente 200 familias que habitan ahí.  

No obstante, tras la aprobación que el Congreso hiciera de la Ley de Usurpaciones en noviembre pasado, sobre el predio autogestionado se ciernen dudas que, en palabras de una de sus dirigentes, supone más amenazas que respuestas al problema habitacional. Sobre eso, la activista de nombre político Gloria Bascuñán profundizó en conversación con Doble Espacio. 

“El Estado no nos ve”

¿Cómo es la vida en la Toma 17 de mayo?
Tiene de dulce y de agraz. Siempre es muy difícil el inicio porque uno llega a una tierra donde no hay nada. Entonces, lo primero que se tiene que hacer es limpiar. Ahora hay otras condiciones bastante mejores producto del trabajo comunitario, claro como para que no se olvide que también fue así en un inicio. Tenemos comunidad todavía. Tenemos grados organizativos importantes, y todavía tenemos distintas tareas que cumplimos de forma colectiva como, por ejemplo, el aseo de la comunidad. La verdad es que a varios de nosotros nos encanta vivir acá. Es una toma con condiciones de vida conquistada por los pobladores bastante digna y con espacios muy amplios.

¿Cómo es la vida de los niños y niñas del sector?

A diferencia de otras tomas en donde hay hacinamiento, aquí no lo hay. De hecho, han venido arquitectos e ingenieros y se maravillan de la distribución espacial de la toma. Entonces claro, tiene eso de particular, así que en cierto sentido la vida de los niños y niñas es feliz por el tema del espacio. Todavía existe esa lógica de años anteriores en que los niños juegan en las calles de las zonas, donde también los vehículos pasan muy lentos, por lo tanto es un lugar muy agradable para los niños y niñas.

¿Cuántas familias viven en el interior de la 17 de mayo?

Somos casi 200 aproximadamente y sería como una familia distribuida por casa.

¿Qué factores llevaron a las familias a establecerse en la Toma 17 de mayo?

La toma la hicieron varias personas activas de distintas organizaciones de pobladores de acá del territorio. Incluso, existe un documento escrito que da cuenta del fracaso de las políticas habitacionales del subsidio y la situación de hacinamiento que hay en las comunas pobres. Esta toma fue desde un principio pensada con amplios espacios buscando construir una comunidad organizada de vecinos. 

¿El Estado llega de alguna manera a la Toma?
Muy poco. Voy a decirlo como también lo dice mi vecino, el Estado no nos ve, y en verdad hubo que ir a buscarlo. Claro, para ellos preferible, ni considerar a las tomas, si se pudieran, pero sí, por las movilizaciones no vieron. Lo vieron y logramos arrancar una mesa de negociación por la situación que tenemos.

Esta indiferencia que mencionas ¿ha sido igual con los distintos gobiernos de turno o han habido ciertas diferencias?

Yo creo que con cualquier gobierno.

¿Han tenido problema de escasez de comida?
En la pandemia hicimos muchas ollas comunes. Ahí fue el momento más agudo y después de eso no es que no exista, pero en mucha menor magnitud. 

¿Considera que existe un estigma por parte de la sociedad frente a las tomas?

Claro, yo creo que hay mucho prejuicio. Climatización creo que toda la mira daría para una tesis sin duda el análisis de la preparación por parte de la prensa de la discusión del proyecto de ley de usurpaciones nosotros te lo digo porque nosotros por estar en la toma y Unidos con otras tomas seguimos muy de cerca las noticias entonces estamos constantemente imponiéndonos noticias de todo tipo de entonces bueno nos vimos hasta las discusiones del proyecto de ley en fin, entonces la manera el tratamiento hacia las tomas claro no total totalmente de en el fondo se preparó la opinión pública para decir que las para asociar todos los con delincuencia no sé bueno con los peores males de la sociedad. 

¿Cree que dentro de los medios de comunicación existe un prejuicio en torno a la toma?
Hay una canción que habla del viejo del saco. que en el fondo es un viejo pobre de la calle. Eso es como nos ve la sociedad. Hay que coexistir con eso. O tratar de aprender a hacerlo. Y a nivel de los medios de comunicación, por la concentración de la propiedad de los medios y para quienes están allí detrás, las tomas somos el ejemplo de que en verdad no los necesitamos tanto. Paramos un barrio solos. En verdad, no son tan importantes porque ahí está el poder: la infinita creatividad de los obreros, de la obrera. Porque ellos sí tienen esa sabiduría.

“Con la Ley de usurpaciones se puede perseguir a las dirigencias”

¿Cómo la Ley de Usurpaciones podría afectar concretamente a la 17 de mayo?
Muchas tomas somos parte del Registro Nacional de Campamentos, por lo que todavía estamos un poco expectantes a la implementación de la ley. Si bien hay un artículo que resguarda las tomas que están catastradas, en la discusión del proyecto tampoco hubo claridad sobre qué pasaría con ellas. Lo que nosotros leímos en la prensa es que había un debate técnico sobre si van a haber detenidos o no, Porque era como que no los van a detener, pero sí los pueden acusar y condenar en concreto Es algo de lo que no tenemos tanta claridad.La mayor cantidad de órdenes de desalojo actuales, que afectan a casi diez mil familias por lo menos en el país, no son vía usurpación, sino que son mediante recursos de protección, por lo tanto la ley de usurpaciones puede perseguir penalmente a las dirigencias. 

¿Cómo funcionan ante un posible recurso para forzar un desalojo?

Nosotros tenemos una orden de desalojo para abril del 2024. Yo creo que la orden de desalojo busca desarmarnos ideológica y psicológicamente. Desmoralizar. Es un hecho efectivo, lo hemos visto. La situación se ha puesto mucho más difícil que antes. Yo pienso que lo que se busca es también desperdigar a la comunidad. Que haya desesperación, que se resuelva individualmente. Y lo que nosotros hemos tratado es resolver colectivamente, principalmente a través de una mesa de negociación con el Ministerio de Vivienda. Pero está difícil.Nosotros hicimos un análisis con varios abogados y en un momento yo les pregunté “¿tiene algo bueno la ley realmente?” Porque nosotros la analizamos artículo por artículo. Y es muy evidente que es por dos motivos. Una, que es la persecución de la recuperación de tierras del pueblo mapuche. Y segundo, la persecución a las tomas de terreno.

En Chile el suelo no tiene una función social

¿Cuáles son los problemas más comunes a los que se enfrentan las familias?
Lo que tú haces en tu vida depende del instante porque nunca vaya a tener la plata para comprarte un bono para tomar un beat para en fin, cuando tú gastes plata en esas cosas y todo depende, imagínate un día que todo depende del Estado que funciona mal que son listas de espera, que la micro no pasa, que se demora mucho, que no tienen pegas formales, no tienen contratos, ganan menos del sueldo mínimo aquí la mayoría del 70%. Y viene todo lo que es la discriminación, con la cual cargan desde muy chicos. Eso es como un poco la evidencia de mucha precariedad. Una vez leímos a un sociólogo que dice: “los más pobres viven en crisis”. Eso es un poquito la evidencia cotidiana. 

¿Tienen servicios básicos?

Tenemos acceso a gas y agua. Son conquistas que tenemos en estos espacios. Nuestros espacios colectivos también, como el comedor popular, escuela popular, cancha de talleres para los niños. 

Respecto al problema de vivienda, ¿qué es lo que exigen las familias? ¿Cuáles son las demandas que hay?

En los hechos, las tomas son una constatación del fracaso de las políticas habitacionales para las familias más pobres. Sin embargo, no son eso únicamente, sino también una demostración de que los pobladores pueden resolver con sus propias manos los problemas habitacionales, porque claro, algunos medios te muestran las formas y cómo la gente pobre que tiene cuatro palitos vive hoy del barro. Pero no, en las tomas viven muchas personas que tienen situaciones bastantes complejas, pero que a pesar de eso han podido sobresalir.

Las tomas son la solución, en los hechos, al problema de la vivienda. Si fueran consideradas, no tendrían que invertirse nuevos recursos, sino que habría que regularizar con asistencia una normativa. Sin embargo, el suelo en nuestro país no tiene un valor de función social. Hoy existe la facultad legal de expropiar; pero el Estado le tiene terror a esa palabra a menos que sea a favor de los grandes monopolios, pero nunca para resolver el problema de la vivienda.