El canal ubicado en la comuna del surponiente de Santiago en los últimos años ha sido noticia por los constantes anegamientos que sufre en los momentos de lluvia durante el invierno. Además, ha sido un lugar donde se ha concentrado la basura del sector industrial de Maipú y de los campamentos que lo rodean, creando varios problemas que se arrastran hace mucho tiempo, y a los cuales no se les han creado soluciones concretas y definitivas. Esto refleja una indiferencia histórica a nivel institucional respecto a los problemas causados por temas meteorológicos, que complica la vida de la gente que vive en estas comunas en los días de lluvia. ¿Qué medidas reales se han propuesto para resolver estos problemas?


Transcurre la noche del 22 de agosto de 2023, mientras un nuevo sistema frontal vuelve a afectar gran parte de la zona centro-sur del país. En el caso del Gran Santiago, caen más de 50 milímetros de lluvia sólo durante ese día. El alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, la delegada presidencial regional, Constanza Martínez y el Presidente Gabriel Boric dan un catastro de las complicaciones que ha tenido esta zona del país en un punto de prensa. Estaba en boca de casi todos los medios de comunicación un problema que, dentro de la comuna de Maipú, lleva años sin solución: el canal Santa Marta volvió a desbordarse.

 

El canal Santa Marta está ubicado en la comuna de Maipú, a 15 kilómetros del punto cero de la capital y cercano a la comuna de Padre Hurtado. Es el último del sistema de canales receptores compuesto por los canales Ochagavía y Lo Espejo, también ubicados en el sector surponiente de Santiago. Este es sumamente importante para la comuna porque recibe la descarga de aguas lluvias de la avenida Las Industrias, pasa por la avenida Tres Poniente, atraviesa la Ruta 78 y desemboca en el río Mapocho, abarcando mucho terreno en el que se encuentran vías de circulación, plantas de empresas, hogares, campamentos y por, sobre todo, muchos basurales.

Un análisis hecho por investigadores del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastre (CIGIDEN), junto con la Universidad Católica del Norte, en el año 2020, señala al canal como un “punto de recurrencia grave de daño”, lo que muestra que este lugar ha sido uno de los más afectados por estos frentes de mal tiempo en la Región Metropolitana, especialmente porque este tiene una capacidad máxima de 15 milímetros de agua de lluvia. Acorde a esto y a testimonios de vecinos, no es la primera vez que el canal se rebalsa, obstruyendo el tránsito con el agua y acumulando una excesiva cantidad de basura, y tampoco es la primera vez que la Municipalidad de Maipú se pronuncia para realizar trabajos para solucionar este problema. Al final, en la práctica, estas mismas palabras han quedado en nada.

“Siempre se inunda, uno no puede cruzar para tomar locomoción. Apenas tenemos una micro para llegar a la Plaza, pero en un día de lluvia, aunque sea una mañana que llueva poco, esto se inunda”, menciona Elvira Concha, vecina que ha vivido durante 3 décadas en la avenida Del Ferrocarril, sobre los percances que sufre al salir cuando hay precipitaciones.

Son varios los problemas los que acarrea este lugar no solo durante los frentes de mal tiempo, sino que también durante todo el año, pero los vecinos y transeúntes del sector no tienen una certeza total de qué se hará para resolver la situación histórica del canal Santa Marta, a pesar de las palabras de la Municipalidad, que sólo se han quedado en eso: palabras.

La basura: un problema de nunca acabar

Foto: gentileza La Voz de Maipú

Un punto crítico del problema es la intersección del canal Santa Marta con la avenida Camino a Melipilla, lugar donde está ubicado el antiguo ferrocarril que conectaba a la capital con el litoral de la región de Valparaíso y donde, en la actualidad, se está construyendo la estación Tres Poniente del futuro Tren Melipilla-Estación Central. Plásticos, madera, y otros desechos provenientes de varios lugares se acumulan en este cruce y han sido algunos de los causantes de los persistentes desbordes del canal.

Mónica Vergara (65) ha vivido en Camino a Melipilla toda su vida y ha visto la transformación de la zona en los últimos años. “Antes no pasaba esto porque el canal no existía, después que lo hicieron nos inundamos todos los años”, comenta. Mónica ha tenido que lidiar con los basurales que han existido durante mucho tiempo y que han empeorado la situación. “La municipalidad solo limpia el puente donde está el canal, pero aquí nunca vienen. En Las Industrias es donde está el basural y el agua sigue avanzando hasta mi casa”, dice mientras señala los estragos que han hecho las recientes lluvias a su hogar.

En el mismo tono, Guillermo Acevedo, feriante que suele frecuentar este puente, comparte lo dicho por Vergara. “Todo lo que bota la gente abajo se empieza a juntar y termina llegando aquí”, afirma.

Un video publicado en La Voz de Maipú el 23 de junio de 2023 refuerza los dichos de los vecinos sobre la existencia del basural que existe en Las Industrias, el cual continúa su cauce, causando problemas metros más adelante. La complejidad de los residuos ha afectado no solo a los residentes, sino que también al personal que trabaja en las empresas que rodean el sector, como lo es la planta de ENAP. Estos percances han llevado a que la municipalidad haga una limpieza y monitoreo permanente del lugar, pero al parecer no ha sido suficiente para resolver este problema totalmente.

Según el concejal Bladymir Muñoz, en el canal Santa Marta se registran tres fuentes de origen de la basura: la que proviene de las empresas que se ubican en la zona y que superan las regulaciones permitidas, casos recientes de particulares que cobran por botar escombros y la existencia de campamentos cercanos a esta zona que botan sus desechos. “Es imposible de poder contener toda esta basura si el canal no está entubado”, expresa.

El meteorólogo Iván Torres (65) otorgó importancia también a un problema de concientización de la población y las empresas, los cuales botan basura en canales y demás sitios sin pensar en las consecuencias. “La mentalidad es: mientras a ti no te moleste, tú vas y le tiras al vecino. Eso te está hablando a ti de que no hay conciencia, ya no tan sólo las personas, sino que también de empresas que tiran la basura al Mapocho y a otros canales, y eso está comprobado. Aquí hay un problema de conciencia social para todos los que vivimos cerca.”, afirma.

 

La situación de los campamentos

Gran parte de la comuna de Maipú había sido de carácter rural hasta su desarrollo durante las últimas 4 décadas: grandes proyectos inmobiliarios y comerciales se han instalado en la comuna, y mucha gente ha sido relegada ante este desarrollo. La exclusión humana predomina en este tramo, en desmedro de las empresas que han colocado sus plantas en este lugar, lo que ha facilitado la creación de campamentos en las calles San Juan de Chena y Las Industrias, que siguen el curso del canal. Esto también ha incrementado el problema de la basura, puesto que la municipalidad no da abasto con todos los residuos acumulados.

“El mayor problema que hay es con los campamentos que están en frente de las empresas, acá en San Juan son poquitos, pero lo más complicado es lo que pasa en Las Industrias, las personas que están ahí terminan botando la basura al canal”, comenta Francisco Zúñiga, quien acompaña a Acevedo vendiendo frutas y verduras. “Si la correntada viene de atrás, obviamente la basura se va a juntar aquí”, complementa su compañero.

La concejala Alejandra Salinas enfatizó que este suceso incluso ha bloqueado el acceso a la calle afectada. “Esa calle era de libre acceso, pero al tener ese basural no había conexión. Más de seis toneladas de basura se sacaron de ahí”, dice.

Entre las medidas que la gestión comunal está haciendo para vaciar este lugar, se realizó el día 18 de mayo, por parte de la municipalidad, el desalojo de una toma donde vivían 10 personas, incluyendo un niño, y que llevaban meses asentados en la avenida Las Industrias. De acuerdo con lo dicho por el edil Bladymir Muñoz, el desafío en estos momentos está en poder reubicar a las personas que están en el enlace de la autopista, junto con obras que buscan realizar prontamente para limpiar este sector en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

La respuesta de las autoridades e instituciones

“El canal está tapado en basura, y cuando llegan las lluvias fuertes, las autoridades se dedican a mostrar en la tele que vienen a limpiar las calles y decir que ‘estamos trabajando ante los desbordes’, pero tampoco es algo que digan: ‘vamos, limpiemos canales y esperemos que esté todo bien’. Ellos vienen cuando el canal ya está desbordado”, comenta de forma crítica Pablo López, dueño del almacén “Remi”, ubicado en Tres Poniente.

“Sólo se han hecho anuncios. Llegan las autoridades, el alcalde, el Presidente y los ministros a mostrarse en la tele. Hacen anuncios, pero no hacen nada concreto, y esto ya lleva rato”, recalca Elvira Concha.

Iván Torres afirma que las complicaciones de gestión institucional relacionadas con las lluvias y sucesos naturales siempre han existido en este país, y se ha vuelto más un problema de perspectiva que otra cosa. “Cuando tú tienes una cobertura en las noticias de un sistema que está trayendo el problema a la población, las autoridades ahí se van a meter, pero si nadie reclama y no sale en las noticias, nadie va a hacer nada o van a hacer muy poco. Aquí hay un problema comunicacional que es importantísimo”.

“Así ha sido siempre, mientras no haya una difusión de un problema, este se queda ahí, pero cuando ya se difunde todo el mundo se pone las pilas”, agrega Torres relacionando sus dichos con la falta histórica de respuestas rápidas por parte de la gestión comunal.

“Hasta hace unos años el área no tenía este muro de contención de concreto, el canal bajaba y llegaba hasta la villa Los Héroes, entonces eso generaba problemas porque llegaba a las casas de la avenida Ferrocarril y generaba miedo a los residentes con que el agua volviera a entrar a sus hogares”, comenta el concejal Muñoz.

Por su parte, Iván Torres enfatiza que la municipalidad tiene que hacerse cargo de poder ver, de alguna manera, ensanchar un canal o darle mayor profundidad si es que no tienen los recursos como ahora.

 

El día 21 de julio, luego del sistema frontal que afectó esa semana a la Región Metropolitana, principalmente a esta zona de la capital, el alcalde Tomás Vodanovic, junto con la ministra de Obras Públicas, Jessica López, anunciaron la licitación de un proyecto que, según ellos, daría una solución definitiva para el problema histórico de los desbordes en el canal: la construcción por parte de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), perteneciente al MOP, de un sistema de drenaje que se extenderá por los 5,5 kilómetros que recorre el canal Santa Marta.

Este proyecto contempla 3 etapas, estando la primera en un tramo de 1,8 kilómetros, entre las avenidas Camino a Melipilla y Gabriel González Videla, en un cajón hormigonado de 2,5 metros por 3 metros, junto con la construcción subterránea de losa hormigonada en un sector complejo, principalmente por ser un área residencial. Esta obra cuenta con una inversión de 11.448 millones de pesos y se espera que estas inicien en el último trimestre de este año, con una duración aproximada de 800 días.

El concejal Muñoz ha dado un balance positivo de la coordinación que han tenido con el ministerio para concretar esta obra. “Lo que le corresponde al alcalde y al municipio es coordinar y apalancar los recursos. Por otro lado, el gobierno pudo ponderar un proyecto de tal magnitud. Son 11 mil millones de pesos, es harta plata y el alcalde Vodanovic pudo colocar los argumentos necesarios. Finalmente, se los aceptaron desde el MOP y estamos en ese proceso”, sostiene.

“Me parece que como municipio hemos tenido una coordinación muy buena con la DOH porque, aparte del proyecto, también está el asunto de que nos presten la maquinaria para poder limpiar el canal y prevenir que se desborde”, agrega.

Con respecto a la construcción del Tren Melipilla-Estación Central por parte de EFE, el edil es enfático en señalar que el proyecto “no va a afectar el Santa Marta porque la empresa tiene que cercar el espacio de la línea férrea, y que ellos han contribuido con limpiar el lugar”.

Alejandra Salinas recalca que el trabajo del municipio no es suficiente para resolver los problemas que conlleva el canal, sino que también “se busca que otros actores gubernamentales tomen carta en el asunto, porque no es fácil para una municipalidad generar una obra de esa envergadura, por lo tanto, es el MOP el que debe dar respuesta a la ciudadanía”, afirma.

Iván Torres comenta que, en general, “las empresas chilenas no suelen dar mucha importancia a las circunstancias meteorológicas” y que el problema de los basurales “refleja una actitud irresponsable e indolente ante estas adversidades”, lo que es una posición muy peligrosa para las personas que habitan alrededor de estos canales, ya que estos se encuentran protegidos pocas veces.

Esta reflexión es compartida por la concejala Salinas al señalar que las empresas “tampoco han tomado cartas claras en el asunto, por lo tanto, hay que golpear la puerta al empresariado”.

Desde la municipalidad no solamente buscan dar una solución al problema del cauce del canal, sino que también esperan crear instancias para la recuperación de estos espacios que han quedado olvidados. “Hay que darle un uso para la ciudadanía y tener espacios de recreación, porque, si estos lugares quedan invisibilizados, con mayor razón se vuelven basurales”, reflexiona la concejala Salinas.

“Muchas veces el que está viviendo el problema diario tiene soluciones bastante más aterrizadas que la academia, y es ahí donde juntamos el sentido común de nuestros vecinos y vecinas que viven la situación a diario, con aquellos profesionales que tienen que hacer esta realidad concreta”, refuerza.

Las obras que iniciarán a finales de este año y el trabajo, tanto de las autoridades correspondientes como también de las empresas que rodean este sector de Maipú, demostrarán si la situación se resolverá de forma concreta, y si los transeúntes del lugar y los vecinos como Elvira, Pablo y Guillermo podrán enfrentar los próximos frentes de mal tiempo de una mejor forma, sin que se bloqueen los caminos ni exista el riesgo de que se inunden sus hogares.