Hace más de una década, los y las estudiantes de liceos emblemáticos se han movilizado para exigir cambios básicos de infraestructura, de alimentación y limpieza en sus espacios educativos. Así, en este fotorreportaje recordamos las demandas del Liceo Nª1 Javiera Carrera y del Internado Nacional Barros Arana (INBA), quienes, gracias a las colaboraciones de estudiantes y apoderados, revelan las pésimas condiciones en las que se desenvuelven los menores.
En este año, los y las estudiantes se han movilizado numerosas veces ante la inexistencia de soluciones del Estado y de los sostenedores a sus demandas. De esta forma, exigen cambios elementales como lo expuesto en el petitorio de INBA de 2022, que exigen cambios en la infraestructura; “Restauración y reposición de ventanas y puertas; (…) mantenimiento a cielos falsos y suelos; (…) rehabilitación de sanitarios, lavamanos en los baños y bancos para camarines; (…) recomposición de vías húmedas y canaletas (…)”.
Asimismo, los problemas alimenticios de la sede, tales como desnutriciones e intoxicaciones que han presentados los estudiantes; “(…) casos de insuficiencia alimentaria y desnutrición en nuestros compañeros internos (…) se han agudizado las falencias en la alimentación, al entregarse menos comida de la necesaria, en algunos casos cruda o hasta podrida. Esto ha resultado, por lo menos, 6 compañeros intoxicados y diagnosticados con gastroenteritis.”
El petitorio del Liceo Nª1 de este año también demanda “medidas sanitarias necesarias para proteger nuestra salud e integridad”, tales como mejorar las cañerías, las canaletas y eliminar hongos “presentes dentro del establecimiento”.
A pesar de las constantes movilizaciones, las urgencias no han sido atendidas, perjudicando la calidad y la dignidad de los y las jóvenes. Si bien, el gobierno ha prometido en su programa mejorar la calidad de educación pública, estudiantes y apoderados denuncian la inexistencia de mejoras sustantivas.