“Cuando te diga NO soy primavera”, es el título del nuevo libro de Dino Pancani, donde se aborda en profundidad a la juventud y adolescencia de la llamada generación de los 80′. Aquella que luchó para derrotar a Pinochet y que, asegura su autor en conversación con Doble Espacio, ha sido invisibilizada por la narrativa oficial.  Motivo por el cual el escritor recurre a un relato descriptivo con aspectos testimoniales e interpretativos, donde los lugares, las acciones, el tiempo y las situaciones cobran importancia.


“Cuando te diga NO soy primavera” hace el ejercicio de escarbar en las propias memorias y en las de una generación en busca de rescatar, relatar y perpetuar las historias de quienes tuvieron un rol decisivo pero velado en la caída del dictador Augusto Pinochet. Las vivencias de personas comunes y corrientes, pertenecientes a la generación del 80´, son el néctar de un texto híbrido donde el acontecer cotidiano es narrado con un lenguaje caracterizado por su heterogeneidad. En conversación con este medio, Dino Pancani profundiza en torno a las motivaciones detrás del libro, los detalles, el proceso de creación y da cuenta sobre su parecer acerca las nuevas generaciones y de la contingencia política del país.

¿Por qué escribir este libro?

Toda la vida he tratado de ser un emprendedor de memorias. Eso implica contar la historia de otras, de otros y también la propia. En este caso, contar una historia en torno a la generación de los 80´ es un deber, ya que pone a circular otras memorias que no son la memoria oficial. Es una generación que ha estado permanentemente invisibilizada, que contribuyó de manera decidida al retorno a la democracia, y creo que es un grupo que requiere, sobre todo en el marco de los 50 años, la visibilidad de la tragedia de su quehacer, de su existencia en el marco de la tragedia que fue la dictadura.

¿Por qué ha sido invisibilizada?

Porque los marcos de la generación de los 60´ fueron los que primaron en la transición de democracia a dictadura. Desde eso es que la generación de los 80´ aparece de manera disruptiva con un pasado disruptivo. Una virtud que tuvo esta generación, por ejemplo, es que tenía una enorme capacidad de ponerse de acuerdo, de construir unidad en la oposición, desde el centro hasta la izquierda, bien a la izquierda. Se podían tener propósitos comunes, cosa que no sucedió con un régimen postdictatorial que fue bastante más reducido en el elenco que gobernó durante ese periodo.

¿Cuál es su inspiración para escribir este libro?

Es mi generación, es mi propia historia, es tratar de contar una historia de manera complementaria a lo que se ha contado, a lo que se ha mostrado. Son mis recuerdos, pero también es mi proyección de futuro, es contar para el futuro.

¿Por qué decidió escoger ese título para su libro?

Es un verso de la canción Créeme de Vicente Feliu, es una poesía muy significativa para mi generación, un texto y melodía de aliento y reflexión. “Cuando te diga no soy primavera sino una tabla sobre un mar violento”, es el verso completo, ahí se da cuenta del periodo difícil para crecer, y como se hacen movimientos para hacerlo sin tragedias individuales de por medio.

En la presentación usted escribe que utilizó un lenguaje heterogéneo ¿A qué se debe esta decisión?

Por dos razones, la primera es que yo creo que en el tema de las memorias hay que buscar permanentemente modos de contar. Y como acá también hay que alejarse de ciertos tópicos como, por ejemplo, el tema de la martirología que hay en torno al periodo. Me alejo o trato de buscar otros modos para que pueda entenderse las características que tiene o que tenía esta generación. Me pareció que contar con una escritura a medio camino entre académica y periodística me permitiría darle una densidad, pero también una ligereza al escrito. La incorporación de imágenes también habla de ese periodo. En general, los libros que he escrito he tratado de hacerlo distinto, es parte de por qué lo paso bien escribiendo y no es una tortura.

Diálogo intergeneracional

Dino Pancani dice que este libro le permite mostrar y dar a conocer otra historia, otros modos de ser joven y de habitar un periodo que es muy diferente a los tiempos actuales. Uno de sus objetivos es que sea un libro intergeneracional, que la actual generación lo pueda tomar, reconocer, querer, discutir y dialogar con él. Debido a esto, el escrito no es ajeno a la contingencia política, social y cultural del país.

Considerando que el libro coincide con los 50 años del golpe militar y el actual auge de posiciones de extrema derecha ¿Cómo ve la actual situación política del país?

La veo poco alentadora. Se ha impuesto una suerte de orden conservador que por la fuerza del mismo y por las propias fallas de los sectores más progresistas pareciera que no se avanza. La lucha está en tratar de no retroceder. Hace tres años la gran interrogante era cómo avanzábamos en más democracia, hoy es cómo se sostiene la democracia imperfecta que tenemos. La situación política actual decantará posiciones y es posible que resurjan movimientos sociales o posiciones políticas que permitan hacer una transformación más profunda.

¿Cómo ve a la actual generación en términos de cambios políticos y culturales?

Creo que la generación actual tiene que encontrar sus propias motivaciones para ir generando transformaciones sociales. Creo que debe volver a mirar relatos más colectivos que individuales, tiene que mirar y trabajar en función de los cambios culturales, los cuales muchas veces debiesen estar más alejados de la industria, de la cultura masiva. Y creo que todo el proyecto y toda la proposición que debe hacerle al país debe ir acompañado de una cierta cuota de rabia. No una rabia contra ellos, sino contra el sistema en el cual nosotros vivimos. Creo que la rabia permite la realización de cambios, pero si no me enrabio es muy difícil que yo pueda hacer un cambio social.

¿Usted ve rabia en la generación actual?

Poquita. En los temas sociales le veo poca rabia la verdad, en otros temas ha tenido mucha rabia y eso ha permitido avances importantes, aunque todavía insuficientes, como, por ejemplo, la simetría de la mujer con el hombre, en todas las esferas de la sociedad.

Y desde su perspectiva ¿Qué formas propone para aumentar esa rabia que transforma y que provoca cambios pacíficos?

Politizando todo. Con politizar todo no me refiero a partidos políticos. Hay una naturalización de verdaderas transgresiones en la humanidad. Se debe reflexionar sin asumir que las cosas dadas son las correctas. Creo que reflexionar desde una perspectiva ética, es la mejor manera para tomar conciencia crítica de la realidad y desde ahí construir, construir con otros y otras con todas las diferencias que existen. Por eso hablo de rabia, de cómo se da por natural que se haya restringido la democracia para poder construir una nueva constitución, no es natural eso. Lo natural es que la democracia, tal como lo han dicho, se resuelva con más democracia. Chile resolvió la democracia con menos democracia, eso no es natural.

 

Bruno Fattori

Estudiante de Periodismo de la Universidad de Chile.