El Team Patriota hizo un llamado en sus redes sociales a realizar una concentración al frente de la Moneda para manifestar su descontento con la Ley Educacional Integral (ESI), la cual fue actualizada en mayo de este año. Doble Espacio fue a la manifestación para conocer las consignas de la agrupación y a las principales personas que rondan en estas reuniones masivas.

El Team Patriota se autodefine como un “movimiento patriota y ciudadano, que trabaja por hacer Chile grande nuevamente”, y usa una bandera de Estados Unidos y de Chile junto a un hashtag de Trump 2024. Referencias al país del norte junto a un nacionalismo que, también acapara la política estadounidense desde años, y ahora toma riendas en Chile.

El Equipo

A las 10 de la mañana del sábado 24 de junio, en la Plaza de la ciudadanía frente a la Moneda, el grupo de extrema derecha, dirigido por Francisco Muñoz, conocido como “Pancho Malo”, se instalan con pancartas en contra de la ESI, y a la supuesta pedofilia que ellos creen que provoca esta ley. Gritos y cánticos repetidos del himno nacional, con la tercera estrofa, son parte de las acciones que este equipo trabaja por “amor a la patria”.

En el Plaza de La Ciudadanía, pegadas en las rejas de seguridad que resguardan la entrada a la Moneda, hay carteles y pancartas con consignas anti vacunas, un lienzo que describe a un niño rubio con la frase: “Dios creó hombre y mujer”, referencias a la “Agenda 2030” junto a llamados a negarse a la ESI, proyecto educacional reformado en este gobierno por el ministro Marco Ávila. A un costado de la Moneda donde está el Banco Estado, edificio principal, en su frontis cuelga una gigante bandera LGTB. La gente del team parece no notar su presencia.

Las personas caminan sin rumbo aparente, solo observan y conversan aleatoriamente, mientras los gritos de megáfonos asocian a la ESI con pedofilia y hacen el llamado a una eventual destrucción para Chile. Los manifestantes alzan sus banderas de un lado a otro afirmando con la cabeza cada premisa que escuchan y gritan si se les ordena. Vociferan: “Gobierno corrupto, ladrón, asesino y terrorista”, “Manga de pedófilos”, “A esos weones hay que matarlos nomás”, “No nuestros hijos”, entre otros lemas.

Al caminar por la plaza, se divisa otro cartel que titula “Cómo reconocer a un pedófilo”. Tiene tres fotos del ministro de Educación, Marco Ávila, en distintos perfiles, con fondo blanco, letras negras y con los emblemas del Movimiento Social Patriota (MSP), agrupación social de extrema derecha dirigida por Pedro Kunstmann. Las viejas consignas nacionales y su rechazo a lo diverso es una de las cosas que los caracterizan. Así también sus contraprotestas como lo fue el 2018 en una manifestación feminista, cuando llenaron de sangre y vísceras de animales la Alameda por su disgusto ante el aborto libre.

¿Por la Patria?

Algunas personas para abrigarse abrazan la bandera y, dentro del fulgor de los cánticos y consignas de la gente que habla por los megáfonos, confirman su amor a la patria gritando al aire “viva Chile mierda”. En otras ocasiones, se hablaba de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la mayor organización internacional que existe y fomenta las relaciones internacionales, donde se gritaba y maldecía en contra de la organización. “Fuera la ONU”, gritan. También se entremezclaban los temas con la convocatoria, al mencionar ESI, pedofilia y homosexualidad, concluyendo con los efectos de la pandemia. Un hombre de pelo rapado conversa con un grupo de mujeres en medio del frontis.

—“Sabes lo que pasa, que le metieron mierda aquí, en las vacunas. Están cada día más maricones y más mariconas”, opinaba el sujeto mientras el resto reafirmaba con la cabeza.

Entre los que se manifestaban, gritaban y agitaban sus pancartas, sorprende la cantidad de bocinas que mostraban su apoyo. Taxis, autos particulares y micros pasan por la Alameda. Bocina y agitación del brazo del chofer de la micro del recorrido 210. Este sonido acompaña a las trompetas tocando un fragmento del himno nacional de Estados Unidos.

En el estridente sonido de un hombre cantando, niños juegan con globos negros, que tienen frases sobre la ESI que siguen asociándola con la pedofilia. Los globos flotan alto y bajan, van y vienen entre banderas que mueven los manifestantes eufóricamente. Algunas de estas banderas, en la parte blanca tienen escritos salmos con lápiz negro. De vez en cuando ponen música y la gente canta. Suena Libre de Nino Bravo, letra que la gente grita a toda voz.

“Libre

Como el Sol cuando amanece

Yo soy libre como el mar

Libre

Como el ave que escapó de su prisión

Y puede, al fin, volar

Libre

Como el viento que recoge mi lamento

Y mi pesar

Camino sin cesar

Detrás de la verdad

Y sabré lo que es al fin, la libertad”

Si bien hay mucha gente joven, hay algunos que llaman la atención. Visten de negro. Tienen carteles en sus manos de color celeste y rosado, con la frase “No + ideología de género”. Las llevan mientras caminan entre el gentío. Cerca de la Alameda, está la Legión estudiantil, parte de la organización estudiantil del Movimiento Social Patriota, vestidos completamente de negro, sosteniendo un lienzo del mismo color con letras blancas, con la consigna: “Pedófilo muerto, problema resuelto”.

En otro lado de la plaza, por callé Morandé se congrega gente en silencio, sosteniendo sus banderas de Chile al aire, sus carteles quietos, una mudez que respeta los gritos de una persona que sostiene el megáfono debajo de un toldo blanco. Esa persona es Francisco Muñoz Carrasco, el “Pancho Malo”.

Un verdadero patriota

Francisco Muñoz está parado solo frente a unas 20 personas, grita por el megáfono en contra de la ESI y da instrucciones:

—“Usted involúcrese en las reuniones de apoderados. Usted tiene que estar encima, tiene que estar constantemente supervisando qué le dice el profesor, qué dice la profesora, qué es lo que están haciendo realmente. Por eso hoy más que nunca tenemos el deber de interiorizarnos en la educación de nuestros hijos y de manera activa”, dice convencido.

Tras el megáfono las personas aprueban con su cabeza. Sus gestos revelan admiración por Muñoz. Entre la multitud, dos personas comentan:

—“Este es un verdadero patriota”, mientras una de las personas enfatiza la frase señalando con su mano a “Pancho Malo”.

Francisco Muñoz era llamado con ese apodo cuando era líder de la barra brava de Colo Colo. Fue en el principio de los 2000 cuando es condenado por el homicidio de un joven durante una riña. Seis meses cumplió de condena. En el año 2006 fue detenido por desórdenes públicos y desde ese hecho, se suman una seguidilla de detenciones por desórdenes. Pero esto no nubla a sus seguidores. Su fidelidad es visible.

En el año 2022, en el plebiscito de salida de la Convención Constituyente, Javier Macaya, Senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), interpuso una querella en contra de Francisco Muñoz por delito de sedición y daños calificados. Esto ya que Muñoz guió al “Team Patriota” a hostigar a Macaya fuera de un canal de televisión, por su participación en el Acuerdo por la Paz que derivó en el proceso constituyente.

Este tipo de acciones va en la misma línea de los llamados constantes del Team Patriota en sus redes sociales, llamando a todo proceso o acción del gobierno como traición o estafa, increpando políticos de todo el espectro. El Team no tiene compasión ni por la derecha ni la izquierda. El desencanto prima.

Francisco Muñoz termina de dar su discurso, aplausos y se retira por la Plaza de la Ciudadanía, caminando entre la gente y recibiendo saludos por parte de los manifestantes. Algunos incluso lo siguen, grabando con su celular cada movimiento de Muñoz. En el toldo desde donde arengaba Muñoz queda otra persona hablando con el megáfono, pero ya las personas no ponen atención, y siguen gritos espontáneos y cánticos propios, agitando sus banderas y carteles.

Los evangélicos patriotas

Los silbatos suenan al son de los gritos que insisten por la eliminación de la ley de educación sexual integral. Ya no sólo consideran que se debe eliminar en los colegios, sino que también muestran su aborrecimiento con el gobierno, tildando también de pedófilos a la administración. Los patriotas conversan entre ellos. Algunos ni se conocen. Sólo necesitan decir lo que piensan.

— “Estos pedófilos quieren prohibir hasta la biblia, porque la biblia dice la verdad po”, comenta una mujer a sus acompañantes.

Las personas del mismo modo asienten con la cabeza. El pasto cada vez se ensucia más por el barro y las constantes pisadas. A medida que vamos avanzando entre medio de la gente, los folletos llegan a nuestras manos. Entre ellos un libro. Un pequeño texto alargado que nos da un señor de unos 60 años. La capital de la ira con la portada colorida de una virgen sin cabeza tomando en brazos a Jesús en la mitad de la calle. Todo ello en el contexto de una manifestación.

El autor, Gonzalo Chuaqui Schadow, es ingeniero en administración hotelera y es licenciado en Religión Católica en la Universidad Católica de Chile. Hoy es el jefe de Programas Transversales de Ética y Formación Cristiana del DUOC UC y ha sido docente de varios colegios, entre ellos, el Verbo Divino. La gente agradece el libro al caballero.

“Desde el mundo occidental actual y claramente en nuestro país, la cultura judeocristiana, (…) ha sido prácticamente “sacada” de nuestra sociedad, por su principal rival, “el maligno”. Espero con este libro, poder contribuir al lector, con elementos, que le permitan y contribuyan a darse cuenta, de la presencia camuflada y en constante sutil mutación, de Satanás, tanto, en las familias, en los medios de comunicación, en la educación, en la ley y, en general, en la vida cotidiana de las personas (…)”, comienza el prólogo.

El autor hace un recuento teórico, relacionando el marxismo, leninismo, la masonería, y el gramscismo con la deconstrucción globalista existente en el mundo.  Así también, ejemplifica con fotografías a color los lugares de Santiago que fueron y están influenciados por el “maligno”, siendo la Plaza Dignidad un “sector principal decodificado tomado por el luciferismo iluminático”.

Así como hay personas entregando panfletos y textos, muchos trajeron a la concentración sus biblias. Algunos la leen en voz alta. Otros con megáfonos.

— “Porque nuestros hijos son primero. Aquí no se trata de derecha ni de izquierda, se trata de nuestros hijos. Los niños son lo más sagrado que existe. El salmo 127 versículo 3 y 5 dice aquí que “la herencia de Jehová son los hijos, cosa de estima el fruto del vientre”. Es tan importante para Dios los niños, que en la biblia dice que en la boca de los niños el señor perfeccionó la alabanza”, dice un hombre parado frente a cierta multitud.

—“Aleluya, aleluya”, grita una mujer por medio del megáfono.

El mismo hombre, parado ante el público, termina su discurso invitando a Cecilia Freire, quien dirige la fundación de Padres Ciudadanos en San Joaquín. Cuentan con 5,1 mil seguidores en Facebook. Tiene como descripción “Espacio informativo y de apoyo técnico, en defensa de las libertades constitucionales de conciencia” y su foto de fondo dice “ESI es pedofilia” con letras rojas.

— “Hola, buenos días. Estoy muy feliz y orgullosa de ver el pueblo cristiano evangélico en este lugar. Porque los niños de Chile son nuestra responsabilidad. Cuando los padres de los niños no entienden qué está pasando, no entienden que Dios les dio sus hijos, el pueblo cristiano sabe que debemos protegerlos. Somos nosotros los que debemos trabajar y luchar para que no sean engañados, no sean pervertidos. Por lo tanto, quiero decirles señores que como padre, usted tiene el derecho preferente de educar a sus hijos. Usted tiene que ir al colegio de sus hijos. Que le muestren el programa de educación sexual, porque usted debió haber participado en ese programa”, dice Cecilia con voz enérgica.

La dirigente de la fundación Padres Ciudadanos finaliza su discurso agradeciendo a Dios:

—“Gracias a la iglesia evangélica que hoy día está presente. A tu bendición señor sobre nuestras vidas. Por la bendición del padre, la bendición del hijo y la bendición del espíritu santo. ¡Amén!”, grita radiante.

—“¡AMÉN!”, responden todos con exaltación.

Y comienza el himno nacional.

La otra cara de la moneda

“Vuestros hombres valientes soldados, que habéis sido de Chile el sostén, nuestros pechos los llevan grabados lo sabrán nuestros hijos también…

Jóvenes, ancianos, mujeres con faldas largas, niños y niñas comienzan a cantar con mucho ahínco la esta estrofa del himno nacional, impuesta en la dictadura cívico- militar. Se ven en sus ojos como sienten que son verdaderos patriotas, respetando los valores y símbolos patrios.

—“Vivan los militares”, grita una persona en el megáfono. Pide que vuelvan a poner el himno repetidas veces.

— “¡Ahora por Arturo Prat!”, continúa el señor. La gente aplaude y canta de nuevo.

—”C-H-I”, vocifera por medio del megáfono un hombre de unos 40 años. Su voz se convierte en rugido, pero se pierde por la exaltación de sus hermanos patriotas.

Mientras el Team Patriota vociferaba la estrofa militar del himno nacional, en las calles Agustinas con Morandé, un set cinematográfico yacía al otro lado de la Moneda. Exactamente el mismo día, a la misma hora, el rodaje de la nueva serie de Televisión Nacional de Chile (TVN), Los mil días de Allende, estaba precisamente filmando cómo fue el once de septiembre de 1973. Los actores corrían por las calles de adoquines, con una pantalla verde al fondo de la escena, que proyectará en televisión el bombardeo a la Moneda y la persecución militar.

Esta serie, dirigida por Nicolás Acuña y que será estrenada en septiembre de este año, mostrará los años en que Salvador Allende fue Presidente de Chile. Hasta el día en que los “valientes soldados” irrumpieron contra la democracia.

En los alrededores del emblemático edificio de La Moneda había dos percepciones a la misma hora y prácticamente en el mismo lugar. Distintas esquinas, diferentes realidades.

Por medio de redes sociales, el Team Patriota informó de dos convocatorias en el mes de julio. Una nuevamente contra de la ESI. Otra en honor al día de la bandera. Mismas calles. Mismas horas. Misma rutina.

A pocas horas del final de la marcha, los patriotas sueltan hileras de globos agrupadas en tres colores: blanco, rojo y azul. Se ven en el cielo gris como van subiendo por encima de La Moneda. Y se despiden de la plaza, perdiéndose en el día nublado. Pueden ver estas dos caras en La Moneda. Como un Chile dividido en dos. Uno fragmentado.