El Sociólogo, exdecano y académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Central del Ecuador, conversó con Doble Espacio en torno a lo ocurrido semanas atrás con el Presidente ecuatoriano Guillermo Lasso y su acción de disolver la Asamblea Nacional, sus consecuencias y qué es lo que se viene en los siguientes meses para el Ecuador.


En las últimas semanas, Ecuador ha atravesado una serie de acontecimientos que lo han llevado a una situación de incertidumbre política. El 16 de mayo pasado, la Asamblea Nacional inició las sesiones presenciales del juicio político contra el Presidente Guillermo Lasso. Los parlamentarios argumentaban en torno a la imputación por peculado –malversación de los fondos públicos– en las grandes empresas estatales.

Sin embargo, al día siguiente, el Presidente Lasso anunció la disolución de la Asamblea Nacional, acogiéndose al artículo 148 de la Constitución del Ecuador. Esta medida, coloquialmente llamada “muerte cruzada”, implica, además, una reducción del periodo presidencial, convocando a elecciones generales dentro de los próximos meses, donde se elegirá a un nuevo mandatario y se renovará la asamblea.

Francisco Hidalgo, sociólogo ecuatoriano, exdecano y académico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Central del Ecuador, analiza los antecedentes que llevaron al Presidente Lasso a usar esta herramienta política, también comenta cómo el avance del neoliberalismo en el país queda incompleto, y sobre qué es lo que podría venir para la nación latinoamericana dentro de los próximos meses.

 Los hechos

 Francisco Hidalgo menciona que la “muerte cruzada” de Ecuador parece ser un caso excepcional, en América Latina, de cómo procesar estos mecanismos para convocar elecciones generales anticipadas. Es la primera vez que se hace uso de este mecanismo desde que se promulgó la nueva Constitución ecuatoriana en 2008. Esta, según Hidalgo, se caracteriza por ser híbrida entre el sistema presidencial y el parlamentario.

  • ¿Se veía venir la decisión del Congreso de destituir al Presidente Lasso a través de la acusación por presunta participación en el delito de peculado?

Sí, era bastante probable. Para el proceso de juicio político al Presidente se requería una aprobación del Parlamento, que se produjo hace un par de meses atrás. Hubo una votación que superó los 100 votos favorables, de un total de 130. La Corte Constitucional es la que dice si es que efectivamente el juicio entra o no dentro de los cánones constitucionales.

Antes de la sustanciación del proceso, hubo una votación para la elección del presidente de la Función Legislativa, en la que ganó una mayoría comprometida con el juicio político, obteniendo 88 votos. Es probable que esos 88 votos se repitieran en la votación final del juicio político, donde se necesitaban 82 votos de los 130 legisladores para destituir al Presidente.

El gobierno de Lasso nació como un gobierno con limitado apoyo parlamentario. Lasso tenía de su partido político a sólo doce parlamentarios de un total de 130. Luego, con otros trece legisladores, se conformó la Bancada del Acuerdo Nacional (BAN), pero eran 25 de 130, por lo que nunca logró tener una base parlamentaria sólida.

  • En una entrevista a CNN en español, el Presidente Lasso dijo que ya hace semanas consideraba la acción de la disolución de la Asamblea Nacional, ¿se veía venir tal acción también?

Creo que ya a los pocos meses de su presidencia empezó a considerarla. Guillermo Lasso toma el mando en mayo de 2021, y ya para enero de 2022 se empezó a hablar de “la muerte cruzada”. Él no lo había efectuado porque era consciente de la debilidad política.

Si se mira con atención a las encuestas sobre el criterio favorable en torno al Presidente Lasso, a los cuatro meses de asumir comenzó un proceso de declive. Las encuestas hablan de que, al momento de la “muerte cruzada”, su opinión pública favorable giraba alrededor de un 12%. El gobierno no tenía mayoría, sobre todo frente a tres sectores políticos: el primero es el coloquialmente llamado correísmo, vinculado al ex Presidente Rafael Correa, hoy en día denominado Revolución Ciudadana. Este grupo era mayoritario en el Congreso.

El segundo sector es el Partido Social Cristiano, aliado de derecha de Lasso. Sin embargo, el Presidente rompió el acuerdo con este al momento de instalar el gobierno y no entregar la presidencia del Parlamento Nacional. Finalmente, está el movimiento indígena representado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), que se oponía al gobierno a través de la lucha social en las calles. Esos tres sectores eran oposición al gobierno. Era evidente que este sector político tenía una fuerte presencia parlamentaria en contraste con el Presidente Lasso.

  • En la misma entrevista, Lasso afirma que la ciudadanía creía que la Asamblea fallaba, dijo que: “no tenía una popularidad mayor al 4%. Una Asamblea que cayó en desprestigio”. ¿Esto se podía evidenciar en lo que era la cotidianidad del país?

Si nos atenemos a estas encuestas al respecto de aceptabilidad de las instituciones del Estado, efectivamente la Asamblea tenía un nivel que giraba en torno al 8%, y el Presidente un 12%, un profundo descrédito institucional.

En febrero de 2023 hubo un proceso electoral para renovar los gobiernos locales. En esa oportunidad el gobierno introdujo una consulta popular que buscaba, en el fondo, mostrar un respaldo popular, pero el Presidente lo perdió. Es distinto una votación parlamentaria que una votación para municipios, pero nos da una imagen de que efectivamente había una falta de apoyo, por no decir un rechazo al gobierno.

Sí había un desprestigio de la Asamblea Nacional, pero había una fortaleza de los movimientos políticos en oposición al gobierno. En esas elecciones seccionales el movimiento Revolución Ciudadana obtuvo, en general, una votación de un 36% en 2023, mayor al 33% de las votaciones parlamentarias de 2021. Lo mismo aconteció con el movimiento político Pachakutik, ligado a la CONAIE, que en las elecciones parlamentarias alcanzó una votación de aproximadamente 18% y en estas elecciones municipales alcanzó a estar en segunda mayoría.

Mientras que el movimiento político del gobierno, Creando Oportunidades (CREO), en las elecciones del 2021 alcanzó una votación que giraba en torno al 18% y ahora bajó a un 10%. De ese modo, las fuerzas políticas de oposición tenían un importante respaldo, pero también es cierto que el Parlamento estaba deteriorado.

Neoliberalismo Incompleto

En un artículo escrito por Francisco Hidalgo, y titulado “La reducción del gobierno de Lasso evidencia la quiebra del neoliberalismo en el Ecuador”, se hace referencia es el deterioro agudo de la opción conservadora – neoliberal y el recorte de la influencia política e ideológica de las tendencias de derecha en el Ecuador, lo que se acentúa con la aplicación de la “muerte cruzada”.

  •  ¿Podría explicar sobre cómo interpreta usted la situación de declive del neoliberalismo en el contexto específico de Ecuador?

 El Ecuador no ha consolidado plenamente un modelo neoliberal. Los neoliberales más radicales también comparten esa idea. Pongamos ejemplos que ustedes pueden entender mejor, porque en Chile sí se consolidó un modelo neoliberal. En el Ecuador, el tema de seguridad social se maneja a través de una institución autónoma regida en un gobierno que comparten el Estado y los afiliados, es una entidad autónoma pública.

Las administradoras de Fondos de pensiones, pese a muchos esfuerzos, no han logrado entrar. Una buena parte del aparato productivo ecuatoriano son las empresas estratégicas, la empresa estatal en energía eléctrica y la empresa estatal en teléfonos están en manos del Estado. La principal empresa en el Ecuador es la petrolera estatal, Petroecuador.

Quizás donde mayor avance va a tener Lasso, es en materia de tratados comerciales. El lema central del Presidente ecuatoriano es: “Más de Ecuador en el mundo. Más mundo en el Ecuador”. El logro más importante va a ser la suscripción del acuerdo comercial con China que se produjo días antes de la “muerte cruzada”.

Y, por ejemplo, tuvieron como primer punto el que se sostenga el subsidio estatal sobre el precio de los combustibles. En el Ecuador lo que aquí se llama gasolina extra tiene un precio de dos dólares con 45 centavos. Está liberalizado el precio para otras gasolinas, pero estas llamadas gasolina extra diésel y el gas de uso doméstico mantienen subsidios estatales. Entonces, un elemento importante a considerar es este carácter de lo incompleto. Eso da la explicación del modelo neoliberal en el Ecuador, un incompleto que se arrastra desde los años 90.

Proyecciones políticas

 El Consejo Nacional Electoral de Ecuador designó el próximo 20 de agosto como fecha tentativa para la primera vuelta de las elecciones anticipadas. Esto basado en el artículo 50 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, que expone que la primera vuelta de las votaciones se debe realizar en un plazo máximo de 90 días posteriores a la convocatoria.

  • ¿Cuál es el panorama político para las elecciones que se esperan tras la salida del primer mandatario en los próximos meses?

Hay un deterioro, no solo político, sino también ideológico de las tesis neoliberales. Yo veo muy poco probable que un candidato claramente neoliberal, como lo era Lasso, pueda volver a tener buenos resultados electorales. El gabinete de Lasso estaba en manos de los representantes de los grandes gremios empresariales. Lo más probable es que el triunfador en las elecciones sean las fuerzas políticas distintas de oposición al Presidente y de oposición al neoliberalismo.

Yo ahí ubicaría en primer lugar al internacionalmente conocido como progresismo, esta fuerza política es la del ex Presidente Correa. Esa es la primera opción. Electoralmente se ha movido alrededor del 40%, pero lo que suele suceder es que gana la primera vuelta y todas las otras fuerzas se unen en contra de él en la segunda vuelta. Toca ver si eso sucede. También tiene posibilidades un candidato que estuvo apoyado antes por Pachakutik, Yaco Pérez, que casi entra la segunda vuelta hace dos años. Para esa votación Lasso obtuvo apenas un 1% más de la votación de él.

  •  ¿Usted cree que el Presidente Lasso se vuelva a postular para las próximas elecciones?

Lo más probable es que no. Obviamente no va a ganar. Pero el ego del Presidente Lasso es muy grande, es algo que ha demostrado. Entonces yo ubicaría esas dos candidaturas, aquella que presente Revolución Ciudadana y en torno a la candidatura de Yaku Pérez como las principales opciones, me parece bastante probable.

  • En los últimos meses de su mandato, el mandatario tiene como objetivo abordar las demandas ciudadanas pendientes. Desde su perspectiva, ¿cuáles considera que son las demandas más factibles de cumplir en este período?

Esa es una ilusión de él, no tiene músculo político para eso. Por ejemplo, ha mandado ya dos proyectos de ley urgentes, esto porque el Presidente, después de la muerte cruzada, solamente puede emitir decretos de carácter económico urgente y estos deben ser aprobados por la Corte Constitucional. Pero todo parece indicar que la Corte Constitucional se va a tomar todo el tiempo del mundo y no se va a comprometer con el programa económico del Presidente Lasso.

  •  Finalmente, ¿Cuáles son los aspectos clave a los que se debe prestar atención en las próximas semanas y meses en relación con esta situación?

Lo principal se va a mover en el escenario electoral. El escenario de disputa política es lo más importante en este momento en el país.