Frente a la escalada mundial de las ultraderechas, los jóvenes republicanos chilenos alzan la voz para defender sus principios conservadores. Con referentes como José Antonio Kast, Jaime Guzmán, Abdón Cifuentes y Santiago Abascal, las juventudes derechistas pregonan para servir a la ciudadanía y recuperar “el Chile que fue”.

En octubre de 2019, mientras miles de personas salían a las calles a protestar, el conservadurismo chileno prendió las alarmas. Ese mismo año José Antonio Kast fundó el Movimiento de Acción Republicana, agrupación que crea al Partido Republicano. Si bien es un partido que no lleva más de tres años, acorde con el Servicio Electoral de Chile, el Partido Republicano cuenta con 20.400 afiliados: 6.000 son mujeres y 14.000 son hombres.

Este se conforma de tres fundaciones interinas: ‘Ideas Republicanas’ (IR), centro de estudios que propone políticas públicas, ‘Influyamos’, fundación que promueve las agrupaciones sociales y ‘Acción Republicana’ (AR), movimiento político-social que entrega herramientas y formación cívico-política a la comunidad.

“El 2019 fue cuando se juntaron las 100 firmas de los fundadores, y ahí se inició el proceso en el Servel para constituir el partido. Sin embargo, a nivel nacional se constituyó en agosto del año pasado”, precisa Macarena Bravo (29), Pro Secretaria del Partido Republicano y candidata al Consejo Constitucional de la Región Metropolitana. Asimismo, detalla que José Antonio Kast formó Acción Republicana para juntar 35.000 firmas con el fin de lograr ser candidato presidencial independiente, al salirse de la Unión Democrática Independiente (UDI).

La juventud, por su parte, no es ajena al conservadurismo del partido. Los principios como el derecho a la vida —desde la concepción hasta la muerte natural—, el creer en Dios y el sostener que la base de la sociedad es el núcleo familiar compuesto de una madre, un padre e hijos, son las directrices principales del partido. Dentro de las juventudes políticas de la derecha – jóvenes de entre 18 y 29 años–  la UDI reúne 3.412 adherentes, mientras que Renovación Nacional (RN) 3.952 y Evópoli 6.938. Las Juventudes Republicanas, tienen actualmente  2.297 jóvenes militantes.

Asimismo, las Juventudes Republicanas cuentan con programas de formación política básica como Media Training para aprender a expresar ideas de la mejor manera y enfrentarse a las cámaras. Esto, según señalan, les permite que que obtengan una base para desenvolverse tanto en el mundo político como mediático. Además, consideran a las redes sociales como una de las herramientas elementales para influir en las personas. Por medio de Tik Tok, Instagram y Twitter, los jóvenes crean contenido audiovisual para difundir el pensamiento político del partido.

Los jóvenes de Kast

“Los jóvenes republicanos queremos dejar la vieja politiquería de lado para enfocarnos en las cosas que realmente importan. Es por eso que nuestra juventud tiene una formación intelectual sólida para entender el principio de las cosas y así generar una concepción del mundo” dice Vicente Bruna (26), quien presidió las Juventudes Republicanas y actualmente es vicepresidente del partido de adultos.

Bruna estudia Psicología en la Universidad de los Andes, está casado, tiene dos hijas y reside en la comuna de Buin. Él fue uno de los primeros jóvenes en firmar por el Partido Republicano cuando Kast estaba en busca de adherentes. Al ver un incremento en la militancia joven, Bruna cuenta que propuso la formación de una línea juvenil, convirtiéndose en el fundador de las Juventudes Republicanas de Chile.

Sostiene que uno de los principales motivos que le hicieron militar fue el estilo “atrevido” de hacer política. “Estar dispuesto a decir la verdad y asumir el riesgo de ser criticado al decir cosas que son políticamente incorrectas, pero que son ciertas, me atrae mucho”, confiesa. Él considera que es el partido de los atrevidos: “Yo me atreví” y “atrévete por Chile” son algunos de los slogans publicitarios que representan a este partido conservador.

Bruna también se refiere a las ideas republicanas de democracia y libertad, cuyas definiciones son, a su juicio, las correctas. Sin embargo, dice que actualmente ambas se han malinterpretado. “No creo en el vicio de la democracia, esta idea de pensar que la opinión de las mayorías es la que rige. Nosotros creemos en una democracia dentro del marco que establece la naturaleza humana”, señala.

“Lo mismo en cuanto a la idea de libertad. Si una persona decide cortarse el brazo, por ejemplo, no lo hace en base a la libertad, sino al libertinaje, que es un vicio de la libertad. La gente piensa que la libertad significa hacer lo que quieras con tu vida, pero no es así. La libertad es solamente verdadera cuando nos encaminamos a perfeccionarnos en base a nuestra naturaleza”, subraya.

Make Chile great again

Matías Álvarez (20), estudiante de Comunicación Audiovisual de la Universidad de los Andes, es el ex presidente de Juventudes Republicanas, conviertiéndolo el año pasado en el más joven dirigente de los partidos políticos juveniles.

Su formación política y religiosa comenzó en su casa, siendo estos los principales temas de conversación de la sobremesa familiar, según cuenta. A ello se debe su interés por participar en el Centro de Alumnos de su colegio, El Verbo Divino, y posteriormente en la directiva estudiantil de su carrera. A un mes de asumir el cargo, Matías comenta que, si bien la política siempre estuvo presente en su vida, hubo un hecho que le incentivó a militar en el partido: el estallido social.

“Encontré insólito que se estuvieran pidiendo demandas por medio de la violencia. Pero no le podía exigir a los políticos ni a las personas que empezaran a hacer algo por Chile si yo no estaba haciendo nada. Fue ahí cuando decidí militar y dar mis manos al servicio”, recuerda.

Álvarez define a sus partidarios como “los patriotas” que están trabajando para que el país “vuelva a ser lo que fue”. “Nosotros amamos profundamente a Chile y queremos que sea grande otra vez, como el lema de Trump “Make America Great Again”. Esa es mi labor como presidente, aportar para el bien del país. Trabajar para que mi familia, amigos, tú y yo empecemos a vivir de una forma más social, cristiana y en vista del bien común”, dice el joven militante de derecha.

Mujer republicana

Las políticas universitarias han sido uno de los elementos que más ha atraído a jóvenes a la militancia, afirman desde la colectividad. Una de las personas que invitó a Matías a interiorizarse en el mundo republicano fue Karina Sapunar (23), actual Vicepresidenta de las Juventudes Republicanas. Karina estudia kinesiología en la misma Universidad de los Andes y, al igual que Matías, su trayectoría política surge en el colegio. Así también, es Vicepresidenta Externa del Centro de Alumnos de su carrera.

Sapunar comenzó a militar tras la invitación de Vicente Bruna. “Vi a personas realmente trabajando y que había mucho que hacer. Las ganas y el ímpetu estaban. Además, que los valores y convicciones se alineaban a lo que yo pienso”, destaca la vicepresidenta. Por otro lado, la importancia de Dios en el partido fue algo en lo que se vió reflejada: “Yo, al ser cristiana, encuentro muy importante que en un lugar se hable de Dios y política, que no son entes distintos. Al encontrar un lugar en donde pude hacer mi vida cristiana, política y servir al otro, me sentí a gusto”, comenta Karina Sapunar.

Si bien el partido tiene un porcentaje de 70% hombres y 30% mujeres, Karina recalca que este es un lugar en donde “a la mujer se le da mucho valor, respeto y espacio. Ser del partido republicano no significa estar en contra del derecho de la mujer, todo lo contrario: es un lugar en donde nosotras somos libres de demostrar nuestros conocimientos y capacidades. No me cabe en la cabeza que los demás piensen que el Partido Republicano está en contra de las mujeres”.

Para expandir el número de mujeres republicanas en el área política, Karina es una de las fundadoras de un programa para formar políticamente a chicas que les interese el partido. ‘Pro Mujeres’ nace para “potenciar el liderazgo femenino”, menciona Sapunar. En el programa tocan temas como el aborto, feminismos, matrimonio, entre otros, para sostener el uso de argumentos republicanos. “El feminismo y el aborto son temas que hemos tratado de indagar para tener conocimientos claros y defender nuestras ideas. Es un espacio de formación para enfrentar estos temas con argumentos”, subraya Sapunar.

Viraje idológico

Karina, junto con Fernanda Sepúlveda (21) dirigen ‘Pro Mujeres’. Esta última, si bien milita desde hace un año en el partido, antes su tendencia política era opuesta. “Yo antes era super zurda, muy izquierdista, hasta que mi papá me hizo leer varios libros con los que aprendí mucho”, recuerda Sepúlveda. Gracias a libros de Axel Kaiser y Nicolás Márquez, la perspectiva ideológica remoldeó la mirada política de la joven militante.

“Ahora comprendo que estaba equivocada. Entonces me dije que había que empezar a estudiar, porque pasa mucho que uno es de izquierda porque es ignorante”, opina la joven, quien ejemplifica esto con el caso de aquellos chicos de 15 años que siguen manifestándose por los detenidos desaparecidos.

“Ellos no vivieron esa época. Yo tengo familiares detenidos desaparecidos y yo no ando reclamando donde están. O sea, ya se vivió, si querí’ recordar, dale, pero no vai’ a reclamar de acá hasta 80 años más por gente que ya no está. ¿Por qué seguir? Ya les han dado bono, les han dado salud, les han dado miles de cosas, ¿por qué seguir reclamando?”,  señala la militante republicana.

Su nuevo pensamiento y el de su partido, que para las agrupaciones y organismos de derechos humanos ampara el negacionismo respecto a las graves violaciones de derechos fundamentales durante la dictadura, significó que en cuarto medio sus compañeros la “funaran” por ser ‘facha’.

“Fue super cuático ver como tus amigos y tu familia te van cancelando y te van dejando de hablar. Te vas sintiendo solo. Yo no tuve amigos desde cuarto medio hasta primer año de la universidad. Todos mis compañeros sabían que yo era facha, por el mismo tema de la funa, porque fue muy viral. Estuve como dos meses sin salir a la calle”, menciona la joven. Es en ese momento cuando conoce a jóvenes republicanos, con quienes se ha integrado sin problemas por la convergencia ideológica.

“No somos la derecha cobarde”

Una de las cosas que define al Partido Republicano, según sus adherentes, son sus principios intransables. “Tenemos valores que no los cambiamos por nada y que los vamos a defender siempre. Y a la gente le gusta eso, tener las cosas claras”, subraya el Matías Álvarez.

Para perseguir esos valores las juventudes declaran trabajar exhaustivamente. Buscan poner su grano de arena por medio de la organización, siendo este uno de los pilares de la directiva. Dos veces al mes realizan actividades tanto políticas como sociales. Todos los lunes los líderes de juventudes se reúnen por zoom para hacer un análisis de sus proyectos. “A las 16 regiones les encargamos que todos los meses haya una actividad política y otra no política”, menciona Matías Álvarez.

Lo “no político” consiste en ayuda social, siendo esta una de las vías que los republicanos consideran importantes para alcanzar el bien común, algo que estiman como un fin social. Así, los jóvenes salen a las calles para dar comida y abrigo a las personas en situación de calle. Para Matías Álvarez la ayuda social es “sin buscar crédito”. “Buscamos atender las urgencias sociales que existen hoy en día y ponerlas en práctica para solucionarlas”, comenta.

En la actualidad, las mismas juventudes se diferencian, según señalan, de las otras derechas como la UDI, Renovación Nacional (RN), Evópoli y Chile Vamos, recalcando que el Partido Republicano es la derecha real. “A nosotros nos dicen que somos extrema derecha, pero si vez la interna del partido no es así: somos un partido de derecha. Somos la única derecha qué hay”, destaca la militante Fernanda Sepúlveda.

“Somos un partido conservador. Sin embargo, nos consideramos la derecha renovada. Cuando existía Jaime Guzmán, la UDI era la derecha dura. Hoy Jaime Guzmán estaría decepcionado de su partido. Lo más seguro es que en la actualidad sería republicano, porque realmente es la derecha que a él le convencía”, sostiene Fernanda.

Así, son críticos con las políticas internas que partidos como la UDI mantienen entre sus militantes. Según Macarena Bravo, quien trabajó para ellos antes de llegar al sector republicano. “Sentí que la UDI era un partido muy elitista, donde no había un espacio real, donde siempre se le preguntaban opiniones a los mismos jóvenes de siempre. Al que estudió en la Universidad Católica o al que tiene un apellido de familia importante”, recuerda.

Al llegar al partido vivenció, en sus palabras, un trato cordial y un buen ambiente laboral entre los mismos dirigentes. “En el Partido Republicano vi que había un espacio real para esas personas que muchas veces no venían de familias de grandes apellidos, universidades tradicionales. Acá vienen personas de distintas comunas, regiones, estratos socioeconómicos y carreras”, afirma la la Pro Secretaria.

Asimismo, el trabajo en equipo, en donde se respetan y escuchan las ideas de sus integrantes, ha sido uno de los motores de la colectividad política según señalan sus militantes. Ello ha permitido “la proyección y crecimiento que tiene el Partido Republicano”, comenta Bravo.

El repunte de la ultraderecha

Hoy los jóvenes republicanos sueñan despiertos tras un panorama político internacional a su favor. Esto, debido al asentamiento de los gobiernos de extrema derecha en Europa: VOX con sus 52 escaños en España, la influencia de LePen en Francia y el triunfo del partido extremista Demócratas en Suecia, son algunos ejemplos que demuestran el avance de los sectores radicales a nivel global.

Así también, la tendencia se extrapola a América Latina, como lo fue con el resultado obtenido por José Antonio Kast en Chile durante la primera vuelta presidencial de 2021, cuyos resultados le dieron el triunfo al republicano con un 27,9% frente al actual Presidente de la República, Gabriel Boric con un 25,8%.

Cifras que se dieron también debido al gran apoyo de diferentes partidos de derecha que obtuvo el Partido Republicano chileno. Asimismo durante el período de campaña, partidos internacionales como el Partido Republicano Argentino, el Partido Liberal de Bolsonaro y VOX, fueron algunos de los que dieron su apoyo a la candidatura de Kast.

Actualmente las juventudes trabajan arduamente y no paran, según señalan sus militantes, “No hay tiempo para un descanso”. Dentro de su sede, ubicada en la calle Presidente Errázuriz, en Las Condes, pizarras y calendarios se encuentran atiborrados de planes y proyectos que hacer e ideas por ejecutar.

Frente a un Chile que ha demostrado, según analizan, su conservadurismo tanto en la primera vuelta presidencial como con el triunfo del Rechazo, los republicanos buscan conseguir adherentes y conquistar a los ciudadanos indecisos. Dentro de aquella sede, que pasa inadvertida, oculta  y protegida por portones, Karina reflexiona:

“Pensar diferente es lo que le da valor e influencia a los republicanos. Porque, si lo piensas bien, es el partido que tiene las ideas más contrarias a la filosofía de hoy. Pese a que vayamos contra la corriente, el partido está creciendo, tanto a nivel internacional como local. Entonces me pregunto ¿realmente somos una minoría? Tal vez no. ¿Estaremos silenciando a una gran mayoría? Es loco lo que ocurre con el fenómeno republicano”, concluye la joven.