Osorno es una comuna de la Región de Los Lagos atravesada por los ríos Rahue y Damas. Estas dos fuentes de agua se han hecho conocidas en la comunidad por episodios habituales de contaminación, como la constante emanación de olores y colores ajenos a estos cauces, que degradan el ecosistema y su biodiversidad.
Testimonios recogidos por la Red Ambiental Ciudadana de Osorno, apoyándose en antecedentes de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) de Los Lagos, revelan que Essal (Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos) ha contaminado el río Rahue a través de sus plantas de tratamiento de aguas servidas. También se acusa a la empresa Lácteos Osorno de descargar residuos líquidos en el estero Cuinco que desemboca en el río.
A diferencia del Rahue, las lluvias son las que mantienen las corrientes limpias en el río Damas. Por lo tanto, las descargas industriales y de la población han convertido -al que antes era un flujo de aguas cristalinas- en uno fangoso, debido al aumento de la mortandad de diversas especies. Sumado al agudo descenso de su caudal que incluyó a Osorno en la declaración de escasez hídrica en 2021.
Una trama silenciosa
El sector que concentra la mayor contaminación del río Damas es la zona urbana, una situción que no es nueva. Ya en noviembre de 1972, el diario La Prensa titulaba “Exterminación masiva de peces provocan las industrias en el Damas”, dando a conocer las conclusiones del informe emitido por el Dr. Walter Gesche de la Universidad Austral de Chile. En ellas se afirma que “los efectos de la polución de las industrias se agravan por el curso lento de las aguas y los calores del verano. Se pide advertir a la población del grave peligro que significa ingerir o bañarse en las aguas”.
Años más tarde, el estudio “Contaminación bacteriológica de los ríos Rahue y Damas” (1988), buscó establecer la situación bacteriológica de las aguas de estos ríos, demostrando que “no estarían en condiciones de ser usadas, ya sea como aguas de recreación o como aguas de riego destinadas al cultivo de verduras y frutas que crecen a ras del suelo”.
La investigación “Calidad fisicoquímica del agua del río Damas Osorno” (2000) estudió trimestralmente la calidad del agua del Damas en tres sitios de muestreo del sector urbano de Osorno, concluyendo que existen “variaciones significativas en las concentraciones de oxígeno disuelto, DBO, N-NH4, N-orgánico, P-orgánico y sólidos disueltos entre los sitios asociados a usos de naturaleza agroindustrial y urbanos”.
Teresa Donoso Lastra, bióloga de la Universidad de Concepción con máster en Limnología de la Universidad del Estado de Oregon y principal investigadora de estos estudios, comenta que “la situación de los ríos era mucho más compleja en ese entonces, porque había más industrias que simplemente descargaban sus efluentes y no había normativas que lo regulen. No era solamente leche y subproductos, sino que también había carnes, porque las curtiembres estaban operativas en la comuna”.
Actualmente, quienes viven junto al río Damas siguen soportando diariamente los malos olores y han tenido que presenciar materiales sólidos flotando en las aguas del cauce, además de fauna muerta -como aves y peces- en distintos puntos del río. Por ejemplo, en febrero de 2019, la mortandad de peces en el río Damas generó preocupación, tanto de vecinos como autoridades, lo que motivó al Servicio Nacional de Pesca a realizar un estudio, a cargo de la Universidad de Concepción, que reveló altas concentraciones de agentes contaminantes.
A partir de denuncias de la Red Ambiental Ciudadana de Osorno, organización que ha hecho monitoreo y fiscalización, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) formuló en noviembre de 2021 cuatro cargos contra la empresa Watt’s por contaminación del río Damas. Entre estos se encuentran: “descargar riles (residuos líquidos industriales) con superación de parámetros entre 2019-2020″ y “operar deficientemente la planta de tratamiento”. A esto se suma uno de carácter “gravísimo” que establece un daño ambiental por los riles descargados.
Desde Watt’s aseguran que han desarrollado su negocio “con una visión de largo plazo, protegiendo al medioambiente y usando, en forma responsable, los recursos”. Considerando que ha ido expandiendo su producción, “hemos permanentemente modernizado nuestro sistema de tratamiento de riles de la planta Calo”, agregan através de un comunicado.
Los ríos Rahue y Damas, de acuerdo con informaciones de la SMA en 2019, reciben los residuos de al menos diez empresas reguladas vía Decreto Supremo 90 (norma de emisión). En el río Rahue, encontramos a la Piscicultura el Copihue, Áridos Dowling y Schilling, Frigorífico de Osorno, Nestlé, Planta Cancura, Piscicultura Las Quemas, Prolesur, entre otras. En el río Damas, a la planta de Watt’s y las firmas que envían sus residuos a los esteros Cuinco, Pichil, Mulpulmo, Curaco y Pilauco.
A pesar de que los y las habitantes de Osorno han formulado varias denuncias a entidades como SMA, SISS y SAG, reclaman que las autoridades solo les piden esperar los resultados de sus muestras tomadas en diferentes puntos de los ríos. Por ejemplo, la SMA suma veinte denuncias sin resultados por los episodios de contaminación en el río Damas desde 2018.
Comunidad organizada
“Río Damas no es más que una alcantarilla”. Así titulaba el diario La Prensa el jueves 14 de febrero de 1974, frente a las quejas de veraneantes de la época. “La cloaca de Osorno es el río Damas. Necesitamos medidas distintas. En un contexto de cambio climático, nos podemos seguir desarrollando como ciudad, pero hagámoslo bien”, expresa Sixto Salazar, geógrafo de la Universidad de Chile e integrante de la asociación Geoeduca.
El río Damas se alimenta de aguas lluvias. Por esta razón, en verano se evidencian los efectos de la contaminación industrial: la eutrofización (exceso de nutrientes en el agua), la proliferación de algas muertas y contaminantes que flotan, principalmente grasas y coliformes fecales. “Como este río es más pequeño, la contaminación es más evidente, porque se estanca, a diferencia del río Rahue, que es mucho más grande y tiene mayor alimentación de otras áreas”, explica Lorena Balbontín, quien vive en Villa Los Notros de Osorno, a media cuadra del río.
Balbontín es parte del movimiento ciudadano Acción por el río Damas, que busca visibilizar la contaminación del río a través de acciones de concientización ambiental para conseguir soluciones por parte de las autoridades comunales. Han realizado una serie de manifestaciones, como marchas y cortes de tránsito por tramos, que estiman simbólicas para sumar a personas de todas las edades y darse valor.
“Los vecinos de mi generación nacimos con el río contaminado”, relata Bárbara Delgado, integrante de Acción por el río Damas. “Las manifestaciones surgieron a principios de los noventa. Recuerdo que, en esos años, se hizo una performance: nos vestimos de negro y la gente se pintaba las caras blancas, simulando la muerte”.
Cuando Delgado era una niña, en su casa se realizaban las reuniones para componer canciones de protesta. Su mamá las escribía. Para ella no fue un descubrimiento la contaminación: siempre supo que existía por conversaciones familiares y porque cada verano avistaba ratones y mosquitos, o bien sentía los malos olores. Hoy, con un hijo de quince años, anhela que él pueda disfrutar del río.
Walter Carmona, dirigente de villa Los Notros por más de treinta años e integrante de la Red Ambiental Ciudadana de Osorno, recuerda que en la década del noventa se hizo más visible la contaminación debido a la construcción de nuevas poblaciones. “Este problema ya se venía suscitando hacía años atrás, pero en los noventa se hizo más palpable, porque hubo más población aledaña a los ríos”.
Hace unos cuatro años, los vecinos de Villa Entre Lagos realizaron una demanda ambiental contra Lácteos Osorno, principal responsable por la contaminación del estero Cuinco que desemboca en el río Rahue. “Recopilamos videos, fotografías y citamos a los inspectores del medioambiente. Se tomaron muestras, se recorrió el río y hasta la fecha no hemos tenido respuesta satisfactoria”, explica Richard Barra, presidente de la junta de vecinos.
La Resolución Exenta N° 949, del 28 de abril de 2021 de la SMA, señala que Lácteos Osorno “no ha realizado las gestiones suficientes para abordar el riesgo al medio ambiente y cumplir con lo ordenado por esta Superintendencia”.
“Nos encontramos complementando nuestro sistema de tratamiento de riles con nuevas inversiones que debieran subsanar las deficiencias actuales. Hemos recurrido a las tres más importantes empresas reconocidas en tratamiento de riles, pero es un aprendizaje lento y muy distinto para cada tipo de industria”, responde Ignacio Merino, en representación de Lácteos Osorno.
Ramón Vargas, quien vive frente de la descarga de la industria, se muestra escéptico frente a los argumentos de la empresa: “Estoy en la primera línea de la contaminación y hasta la fecha no hemos avanzado mucho. Estos residuos, como no son absorbidos por el medioambiente, se están depositando por años frente a la población”.
Institucionalidad ambiental en un contexto de crisis
En un hecho inédito, 26 de las 30 comunas de la región de Los Lagos fueron declaradas en estado de escasez hídrica el 5 de abril de 2021, a través del Decreto M.O.P. N° 61. A partir de ese día -y por los siguientes seis meses- las provincias de Osorno, Llanquihue y Chiloé se mantuvieron en esa condición. Con esto se buscó “que el agua pueda llegar de forma equitativa a los distintos usos, pero priorizando el consumo de las personas, tanto en las ciudades como en los sectores rurales”, afirma Oscar Cristi, director general de aguas.
El agua cumple una función ecológica desde la parte alta de los ríos hasta el mar costero, ya que transporta y distribuye elementos químicos esenciales para la vida, además de sustentar diversos ecosistemas y usos como el humano e industrial. En la actualidad, el problema de escasez hídrica en Chile se ha agudizado, lo que pone en evidencia diferentes efectos de variada frecuencia y magnitud que no solo inciden en la disponibilidad de agua, sino que también degradan su calidad.
Con el objetivo de generar antecedentes que aporten a una norma secundaria que busca proteger los ríos, la Universidad de Los Lagos realizó el informe “Diagnóstico ambiental: Propuestas para Programas de Vigilancia de la calidad primaria y secundaria de las aguas de los ríos Rahue y Damas”. Para ello, se utilizó la metodología propuesta en el Decreto 143 que regula las actividades, los parámetros y las concentraciones máximas permitidas que no pongan en riesgo la salud de las personas.
El informe concluye que “el río Damas -al entrar a la zona urbana de Osorno- cambia inmediatamente su biodiversidad, calidad del agua y está en condición eutrófica, es decir, con mala condición ambiental. Por otro lado, el Rahue presenta concentraciones de nitrógeno y fósforo, es decir, un estado mesotrófico que si no se actúa puede pasar a un estado eutrófico”, explica Norka Fuentes, directora del laboratorio de Limnología del Departamento de Acuicultura y Recursos Agroalimentarios de la Universidad de Los Lagos.
Acciones como reforestar con especies nativas en las zonas ribereñas para disminuir la contaminación difusa, tendrían un efecto positivo en los caudales, sabiendo el rol que cumplen los bosques en el ciclo hídrico. “Con los derechos de agua se ha sobrevalorado la capacidad que tiene una cuenca, prácticamente se ha sobrevendido el río. Respecto a las medidas, se puede trabajar la recuperación de la vegetación arbórea alrededor de los cauces”, comenta Sixto Salazar, geógrafo del Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de Osorno.
A pesar del actual escenario, Norka Fuentes es optimista, pues a su juicio “con un buen plan de mitigación, manejo y restauración se pueden recuperar los ríos”. Sin embargo, “se requiere mantener un nivel de vigilancia que dé certezas”. Por ejemplo, está claramente definida la descarga de Watt‘s, “pero no se sabe qué pasa con las otras descargas ilegales, a medida que los ríos entran en la ciudad”.
Queda mucho camino por recorrer. En un contexto de crisis hídrica, urge que se concreten las medidas para enfrentar el problema. Para ello, una institucionalidad ambiental fortalecida es el primer paso para que no se siga poniendo en riesgo la salud de las personas y los ecosistemas. Por esta razón, este reportaje ha tenido como uno de sus propósitos contribuir a que se dé ese paso, además de incentivar el uso de temáticas ambientales en las pautas periodísticas.