Las personas mayores tienen el derecho a la plena independencia y autonomía en nuestras sociedades.

Para asegurar la participación, integración e inclusión plena y efectiva en la sociedad de este importante segmento de la población, necesitamos educarnos como comunidad y brindar espacios de desarrollo de dicha independencia.

Los Estados deben promover y resguardar el derecho de las personas mayores a tomar decisiones, a la definición de su plan de vida, a desarrollar una vida autónoma e independiente, conforme a sus tradiciones y creencias, en igualdad de condiciones y a disponer de mecanismos para poder ejercer sus derechos.