El 18 de octubre del 2019 es un punto de inflexión en la historia reciente que aún no termina de definirse. Pasamos del oasis económico social que declaraba Sebastián Piñera a un periodo de asombro, incertidumbre, júbilo y esperanza, no podía ser de otra manera; la movilización social se revitalizaba y el sentido del periodismo, el hacer periodístico, tomaba nuevos aires.

La primera reacción de los medios de comunicación masiva fue criminalizar la protesta, a través de sus multiplataformas y, especialmente, de las pantallas de televisión que presentaban a las/os manifestantes como bandidas/os que devastaban la ciudad. No fue menor el grado de criminalización con que se definieron los primeros atisbos de desobediencia civil contra el alza del metro. Con el paso de los días, los canales de televisión se dedicaron a emitir programas de conversación en donde invitadas/os del poder establecido trataban de interpretar este motín social, forjando nuevamente una verdad sobre la base del interés político – empresarial.

Al periodismo cortesano que hemos descrito, se opuso un quehacer surgido desde las comunidades, desde las organizaciones sociales, las escuelas de periodismo, y medios populares e independientes.  La necesidad de acceder a otros relatos, con voces e imágenes sin editar, fueron la tónica del motor de la demanda colectiva por más y mejor comunicación.

Un ejercicio de comunicar que ha sido fundamental para la denuncia de las violaciones a los derechos humanos, para presionar al poder y, en especial, poner bajo sospecha a las fuerzas policiales, a los medios de comunicación masiva, al gobierno y al poder judicial, entre otras instituciones cuestionadas por su desempeño durante la llamada revuelta social, y la información durante la presente crisis sanitaria. Por otra parte, las redes y plataformas cobraron especial relevancia, brindando espacios a las/os periodistas y comunicadoras/es que no encontraban lugar en los medios tradicionales. 

El Observatorio del Derecho a la Comunicación, informó que durante diciembre del 2019 y el mismo mes del 2020, fueron detenidas/os un total de 69 periodistas, fotógrafos y reporteros. Se debe sumar un número indeterminado de profesionales de la prensa amenazada/os, agredidas/os y heridas/os por las fuerzas policiales, destacándose una fotógrafa con daño ocular provocado por Carabineros, todos atentados contra la libertad de expresión y el derecho a la información y comunicación.

A dos años del inicio de las protestas, las condiciones para ejercer el periodismo y que la ciudadanía haga cumplir su derecho a la comunicación se han precarizado aún más. La represión policial y judicial se ha agudizado y las restricciones para trabajar se naturalizan, sin que exista un marco legal que proteja a quienes se dedican a las comunicaciones. 

Sin embargo, la ética y el compromiso con la verdad y la justicia es y ha sido una senda a caminar para una gran cantidad de periodistas y comunicadoras/es que tienen la voluntad de no sesgar en su compromiso con la gente, de reinventar un oficio independiente, creativo, valiente e iluminador.

El 18 de octubre es un acontecimiento inspirador para la construcción del nuevo Chile, el punto de partida de una sociedad que nace, de un proceso constituyente que debe dar cuenta de las dificultades que tiene la ciudadanía para informarse y construir un marco constitucional que garantice el derecho a la comunicación.

Vale la pena preguntarse por el ecosistema mediático que seremos capaces de definir como sociedad luego de este período de profunda crisis política, económica y social. Si seremos capaces o no de aprovechar el proceso constituyente, y otras formas de participación democrática, para sentar las bases de una pluralidad de voces, con los enfoques y garantías que el nuevo Chile demanda, redefiniendo el ejercicio comunicacional al servicio de una ciudadanía informada, deliberante y fiscalizadora del camino histórico que seguiremos construyendo. 

Dino Pancani C. Director Escuela de Periodismo ICEI, U de Chile.

Ana María Castillo Directora Plataforma JGM

Juan Ortega Coordinador general radio JGM

Carlo Trejo Editora general Revista Doble Espacio. 

 

 

Imagen gentileza de Rodrigo Gálvez @rodrigo_galvez_photo